Con pocos días de diferencia aparecieron tres vacas sin vida en el Mar Mediterráneo, lo que resulta un suceso tan extraño como inquietante para los vecinos y autoridades de las localidades costeras del mar.
El primer caso ocurrió el 29 de junio, cuando un socorrista vio el cuerpo de una vaca flotando junto a una escollera del puerto de Castellón, ubicado en la ciudad de Castellón de la Plana, Comunidad Valenciana, España.
Los otros dos casos ocurrieron en las aguas de Alicante, en el sureste de España. A finales de julio, encontraron una segunda vaca fallecida en la playa de La Mata, en Torrevieja.
La tercera fue hallada muy cerca de la línea de boyas, en pleno casco urbano, en estado de descomposición, el lunes 4 de agosto, frente a la playa de L'Espigó, en Altea, caracterizada por su paseo marítimo y su cercanía a la desembocadura del río Algar.
Existen varias hipótesis que podrían explicar el porqué de estos sucesos extraños. La principal apunta al transporte marítimo de ganado vivo que cruza el Mediterráneo, ya que se cree que cuando una res muere por enfermedad, estrés o accidente, algunos barcos podrían deshacerse del cadáver arrojándolo al mar aunque esté prohibido. Al ser arrojados, en algún momento llegan a las orillas.
Sin embargo, existe otra hipótesis menos probable. Podría tratarse de vacas procedentes de explotaciones ganaderas situadas cerca de ríos o de la costa, que habrían sido arrastradas hasta el mar por una crecida o un accidente. Esta teoría tiene menos fuerza debido a que no continuaron apareciendo nuevos casos.
No se descarta que estos hechos puedan repetirse, sobre todo si están relacionados con la segunda hipótesis. Por esta razón, se espera que las autoridades y los vecinos continúen atentos para ver si aparecen nuevos casos y, de ser necesario, realizar una investigación para confirmar o descartar alguna de estas dos hipótesis.