Un director de banco en Vigo, fulminado por acosar a una joven en prácticas
ACOSO
El TSXG ratifica el despido disciplinario basado en acoso sexual durante una cena de empresa
Un director de banco en Vigo, fulminado por acosar a una joven en prácticas
Un director de banca de Vigo ha sido despedido de forma disciplinaria por acoso sexual a una joven becaria durante una cena de Navidad en diciembre de 2023. Aunque la denuncia penal fue archivada al no poder demostrarse la ausencia de consentimiento, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha respaldado el despido, argumentando que en la vía laboral se puede valorar la situación desde una perspectiva distinta y que las circunstancias que rodearon los hechos apuntan a un comportamiento inapropiado y sancionable.
Hechos controvertidos en una cena de empresa
Circunstancias agravantes y respaldo judicial al despido
Los hechos ocurrieron durante un evento navideño organizado por Abanca, en el auditorio Mar de Vigo. Tras el encuentro, la joven de 23 años denunció a su superior, más de 30 años mayor que ella, ante la empresa y la Policía Nacional. La entidad activó rápidamente su protocolo de acoso y decidió despedir al directivo casi un mes después.
Ambos coinciden en la secuencia de los hechos, pero discrepan en cuanto al consentimiento. Según la becaria, el director intentó besarla inicialmente y fue rechazado; más tarde, en el baño, relata que fue forzada a realizarle una felación y sufrió tocamientos no consentidos. Por su parte, el hombre sostiene que todas las interacciones fueron voluntarias.
El TSXG avala la decisión de la empresa, basándose en factores como la diferencia de edad, la jerarquía superior del directivo y la vulnerabilidad de la joven, que había consumido alcohol y otras sustancias y estaba en una posición laboral precaria como becaria.
En la carta de despido, Abanca sostiene que el testimonio de la joven es “suficiente” para considerar probada la falta grave de acoso sexual. Además, señala que el directivo ejerció control sobre la becaria durante la cena, marcando cómo debía comportarse laboralmente, lo que refleja un abuso de poder.
La defensa del directivo alegó que el archivo de la causa penal por agresión sexual implicaba la nulidad del despido y reclamó una indemnización superior a 170.000 euros por daños morales. Sin embargo, el TSXG aclaró que el despido fue por acoso sexual, una figura distinta que no requiere condena penal para su validación en la vía laboral.
El tribunal resaltó que, en este tipo de casos, el consentimiento pierde relevancia en términos jurídicos, y que el acoso puede existir independientemente de que haya habido o no una agresión. Además, confirmó que la empresa cumplió con todos los procedimientos legales para comunicar y fundamentar el despido.
El fallo recuerda que un sobreseimiento en la vía penal no limita otras jurisdicciones para valorar los hechos desde sus propios criterios y normas. En consecuencia, el tribunal concluye que el despido disciplinario está justificado y ajustado a derecho, en defensa de la dignidad y la protección de los trabajadores.