Provoca una tragedia y se burla tras ser condenado por asesinato: “¡Todavía respiro!”

BIRMINGHAM

Abdurrahman Summers fue sentenciado a 19 años de prisión por el asesinato de Reuben Higgins, de 17 años

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Provoca una tragedia y se burla tras ser condenado por asesinato: “¡Todavía respiro!”

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“¡Todavía respiro!”, gritó Abdurrahman Summers luego de ser condenado por el brutal asesinato de Reuben Higgins, un adolescente de 17 años, en un ataque grupal cometido en octubre de 2024. La escena ocurrió el 15 de septiembre pasado en un tribunal de Birmingham, Inglaterra, donde también fueron sentenciados otros dos adolescentes, ambos de 16 años. Un cuarto sospechoso, MAS, permanece prófugo.

El crimen tuvo lugar en Marston Green, un pueblo de Solihull, West Midlands. Según la investigación, Reuben estaba con amigos cuando se cruzó con el grupo conformado por Summers, los dos menores identificados como SER y COM, y MAS. Este último lo amenazó con un cuchillo, lo que llevó a Reuben a huir y refugiarse en un local llamado Vape Minimarket.

Las cámaras de seguridad mostraron cómo los agresores forzaron la entrada del comercio y lo siguieron adentro. Un testigo, Farhan Taha, describió una escena caótica, con gritos y empujones. Reuben fue apuñalado cuatro veces con al menos dos armas distintas. Una de las heridas atravesó su tórax y alcanzó el corazón, causándole un paro cardíaco y una hemorragia fatal.

Las huellas dactilares y las imágenes de seguridad vincularon a los condenados con la puerta y el lugar del ataque. En la casa de MAS se encontró una navaja con restos de ADN de la víctima. MAS es el único que no fue detenido; la policía sospecha que huyó a Pakistán. “Haremos todo lo posible para encontrarlo y llevarlo ante la justicia”, aseguró la detective inspectora Michelle Cordell.

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El juez Paul Farrer sentenció a Summers a una pena mínima de 19 años. Uno de los menores recibió 17 años por apuñalar a Reuben en el brazo y la pierna, y el otro fue condenado a 15 años por “ayudar y alentar” el ataque. Según el magistrado, Reuben “estaba desarmado, no buscaba problemas y trataba de evitar la confrontación”, mientras que el grupo “iba armado y con intenciones claras de violencia”.

Summers, que ya contaba con antecedentes por seis robos y tenencia de un cuchillo, también insultó a la familia de Reuben cuando fue hallado culpable en mayo: “Soy jodidamente inocente”, gritó entonces. Su abogado, Gregory Bull, alegó que el joven era “inmaduro” y que tuvo una infancia complicada, aunque su familia lo describió como “amable y servicial”.

El impacto emocional en la familia de Reuben fue devastador. Su padre, Dominic Higgins, dijo que era su “único y precioso niño”, y confesó que su “mundo se desmoronó” tras su muerte. La madre, Sarah Cookey, lo recordó como su “mini yo” y afirmó sentirse “desconsolada, perdida y sola”.

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