El ‘team’del ‘team’

La promoción del programa Tot torna (3Cat), con Òscar Dalmau y Òscar Andreu, explota el anecdotario del rodaje. La web oficial aprovecha que, por exigencias del guion, Dalmau se afeitó la barba que hasta ahora le definía mediáticamente para, incluyendo fotos y tuits, hinchar uno de estos falsos debates sobre si le gusta más al público con o sin barba. Es una nimiedad inofensiva con precedentes que nos retrotraen a cuando, en otras fases de la historia de TV3, Joaquim Maria Puyal o Salvador Alsius se afeitaron o se dejaron crecer la barba haciendo valer el control de su propia imagen y creando una expectativa que actuaba como prestación sustitutoria de una estructura de estado.

FALSO DEBATE. Lo que sorprende de la noticia-debate es que, me temo que para conectar con el público joven (“conectar con el público joven” es el eufemismo que se utiliza para justificar el avance impune de la infantilización global), subraya las dos alternativas (con o sin barba) con la expresión, patéticamente extendida, del “Team Dalmau con barba” y del “Team Dalmau sin barba”. Es un recurso que conecta con la moda gregaria de meter con calzador el concepto team entodas las conversaciones. De hecho, se podría establecer una metarreferencia y proponer un debate sobre el team a favor de la gilipollez del team y el team en contra de la gilipollez del team .

Es un recurso que conecta con la moda gregaria de meter con calzador el concepto ‘team’ en todas las conversaciones

REVISIONISMO CREATIVO. Los nueve capítulos de Tot torna tienen la audacia de, a partir de la escenificación de un falso informativo, revisar unos cuantos años del pasado con una sutileza paródica reforzada por la acumulación, nada inocente, de imágenes retrospectivas. Es una manera inteligente de revisar la memoria y de explicar el pasado con pinceladas de mala uva que relativizan euforias y ufanías y los aplanan con la contundencia saludable de una ironía que huye del onanismo de carcajada cervecera. En cada capítulo salen cameos relacionados, aunque solo sea tangencialmente, con la época diseccionada. Quimi Portet, Sebastià d’Arbó, Santi Millán, Mari Pau Huguet o Quim Monzó se apuntan al experimento con una actitud que da fe de su simpatía por Dalmau-Andreu, responsables de uno de los referentes más longevos de humor radiofónico ( La competència , en RAC1) sobre la actualidad. Por cierto, ahora que lo pienso: yo soy del team Andreu-Dalmau, suponiendo que eso signifique algo.

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