Escondida detrás de su carácter sereno y su imagen cuidadosamente construida, hay una faceta de Victoria Federica que pocas veces se muestra. Pero si algo ha dejado claro en el último programa de El Desafío, es que sabe defenderse, incluso frente a figuras como Santiago Segura.
El programa había preparado para ella una de las pruebas más exigentes: maniobrar un coche de alta gama marcha atrás, sobre unas estrechas vías de tren y sin la ayuda de espejos amplificados. La tensión era evidente desde el inicio, pero la joven no perdió los nervios y completó el recorrido sin dañar el vehículo. Eso sí, terminó agotada. “Después de esto me voy al fisio. Me duele todo, hasta el alma”, comentó al finalizar, dejando claro que la experiencia había sido más intensa de lo que esperaba.
A la vista de la dificultad, la influencer consideraba que debía llevarse una buena nota. Sin embargo, el jurado, compuesto por Juan del Val, Pilar Rubio y Santiago Segura, fue especialmente duro con la influencer, otorgándole una posición intermedia en el ranking. Ante la pregunta de Roberto Leal sobre su valoración, la joven no se mordió la lengua: “Mejor me callo”.
Aunque enseguida rectificó, asegurando que entendía la dificultad del trabajo de los jueces para poner en valor todos los desafíos, no dejó pasar la oportunidad de recordarle a Segura una promesa incumplida: “El otro día me prometiste que me ibas a puntuar bien. Ahora me debes dos”.
El actor no dudó en defender su postura, asegurando que había disfrutado de la prueba, aunque prefería el desempeño de Genoveva Casanova, que, precisamente, semanas atrás había llevado a cabo una actuación automovilística muy similar. “Es broma, es broma. Gracias”, zanjó Victoria con una sonrisa, dejando claro que su reprimenda no iba a ir más allá.