El analista criminal, Juan Enrique Soto, sobre el caso Marta del Castillo: "Ese fue el lugar donde estuvo ocultado”
‘Animales humanos’
El especialista en análisis de conducta sostiene que la escombrera de Camas fue clave en la investigación
Caso Marta del Castillo: los restos óseos hallados en la escombrera de Camas son humanos
El analista de conducta Juan Enrique Soto asegura que la escombrera de Camas fue un punto clave en la desaparición de Marta del Castillo
Han pasado 16 años desde la desaparición de Marta del Castillo, y el paradero de su cuerpo sigue siendo un misterio. En una reciente entrevista en el pódcast Animales Humanos, el analista de conducta criminal Juan Enrique Soto, exdirector de la Unidad de Análisis de Conducta de la Policía, compartió su perspectiva sobre la investigación y las pruebas que llevaron a centrar la búsqueda en la escombrera de Camas.
El misterio sigue sin resolverse
La prueba P300 vinculó la escombrera con Carcaño
Durante la entrevista, Soto afirmó con contundencia: “Yo creo que en su momento el cuerpo fue ocultado en la escombrera”. Sin embargo, matizó que más allá de ese punto no dispone de datos concluyentes sobre su posible traslado. La búsqueda en este enclave se prolongó durante un año y medio con excavaciones meticulosas, pero no se halló el cuerpo. “Ahí había una excavadora que, metro a metro, llegó a un estrato anterior incluso a la existencia de las personas implicadas”, explicó, refiriéndose a la profundidad a la que se trabajó sin éxito.
Uno de los elementos clave en la investigación fue la prueba P300, un procedimiento que mide la actividad cerebral ante estímulos visuales. Soto relató cómo se le mostraron a Miguel Carcaño diversas imágenes de posibles ubicaciones y su cerebro reaccionó significativamente ante la escombrera. “Solo yo conocía el orden en el que se iban a mostrar los lugares. Cuando apareció la onda P300, el neurólogo me dijo: ‘Es preciosa’”, recordó. Posteriormente, Carcaño mencionó la escombrera de Camas cuando se le preguntó directamente por el paradero del cuerpo.
El experto subrayó que este hallazgo abre nuevas incógnitas, como la posibilidad de que el cuerpo fuese trasladado en un momento posterior. “Si no se encontró, está en otro lado”, sostuvo. “Eso abre nuevas incógnitas: ¿Cuándo se cambió? ¿Quién lo cambió? Teniendo en cuenta que Miguel ya estaba en prisión”. Este punto refuerza la hipótesis de la implicación de otras personas en la ocultación del cadáver.
Respecto a la falta de condenas adicionales, Soto explicó que, pese a las sospechas sobre posibles cómplices, no se reunieron pruebas suficientes para sustentar acusaciones concretas. “Si no se condenó a nadie más, es porque no se consiguieron los indicios suficientes como para sustentar una acusación”, aclaró.
A día de hoy, el caso sigue abierto y sin resolución definitiva. Soto concluyó con una reflexión sobre la actitud de Carcaño, señalando que, aunque accedió a colaborar en algunas pruebas, no ha proporcionado información concluyente sobre lo ocurrido. “La actitud cooperadora yo no la veo”, sentenció, subrayando que la única certeza con la que cuentan los investigadores es que la escombrera fue un punto clave en la desaparición de Marta del Castillo.