Alberto Chicote no descansa en Batalla de Restaurantes. El popular cocinero vivía toda una aventura este pasado martes en un nuevo episodio del programa mientras trataba de descubrir la mejor a escudella i carn d'olla (o sopa de típica de invierno), plato típico catalán. Una sopa que se caracteriza por las pilotes de cocido y su rico caldo de verduras con galets, la pasta típica que se aporta.
Los competidores en esta ocasión fueron cuatro restaurantes de Barcelona: el restaurante Brau, de María Espín, en San Cugat del Vallès; Can Mauri, en la población de Polinyà, de Alex Ruano; Pepito, en el corazón de L'Eixample de Barcelona, de la mano de Gemma Ginesta y, finalmente, el clásico restaurante Casa Leopoldo, de Axel Pi.
La primera en demostrar que su escudella era la mejor de Barcelona fue María, del Brau. Sus compañeros se trasladaron hasta la localidad junto a Alberto Chicote para inspeccionar el local y degustar el menú, para así poder emitir sus valoraciones. Con lo que nadie contaba, sin embargo, era con que entre tanta experiencia, Álex se convertiría en el auténtico protagonista con una surrealista confesión personal.
María dio todo lo mejor para impresionar a sus compañeros con un menú de primera. Como marcaban las normas de la competición, sirvió escudella de primer plato, para luego dejar al gusto de sus compañeros el resto del menú.
Álex confesó algo de manera inesperada que sorprendió al propio Chicote.
En este caso, eligieron canelón de rabo de toro, pulpo en hueso de tuétano, ternera y rape en tempura negra. Todos coincidieron en que la sopa estaba muy sabrosa, además de quedarse muy impresionados con la apariencia y sabor de los platos principales.
En la sobremesa, Alberto Chicote sacó el tema de las opiniones de los competidores sobre el Brau. Todos están de acuerdo en el orden y la limpieza del local, coincidiendo además en la impecable imagen del espacio, que consideran moderno, pero no positivo porque según Gemma, propietaria de Pepito: “No invita a comer una escudella”.
Un comentario que llama la atención de Álex: “No te lo compro, puedes tener de base una escudella de p*** madre y, a partir de ahí, darle vueltas a la cabeza, meter una gelatina...”.
Chicote no daba crédito a lo que estaba viendo.
Era entonces cuando el jefe de cocina del Can Mauri hacía una inesperada confesión: “A parte de mi oficio, tengo la granja, de crianza nuestra, y cuando tengo un servicio chungo, cojo hojas de lechuga y enciendo la cachimba y me tiro tres horas viendo cómo las cabras se pelean con las gallinas”. Una revelación que dejaba sin palabras a Chicote, que solo acertaba a decir: “¡Apasionante!”.
Sea como fuere y aunque las críticas en las votaciones fueron más afiladas que la navaja de Álex, María fue la merecedora ganadora de esta batalla con un 6.7 total, incluyendo el primer puesto que le otorgó Alberto Chicote.
