Ricardo Darín llegó a La Revuelta con todo lo que se espera de él: elegancia, humor, lucidez y una bolsa vacía de alfajores. El actor argentino se sentó por primera vez en el programa de RTVE, y no tardó en conectar con David Broncano y el público. Entró hablando de arqueros míticos como Gatti, repartió cartas del truco argentino y presentó con entusiasmo su nueva serie: El Eternauta, una adaptación del cómic que marcó a generaciones en su país. Pero, como era de esperar, lo profesional fue solo la excusa: Darín dejó reflexiones íntimas, confesiones hilarantes y hasta una clase magistral de austeridad millonaria.
“Soy un multimillonario chino, pero no gasto ni un centavo”, soltó con media sonrisa. Y no era una hipérbole: “Les dije a mis hijos desde el primer momento: de aquí no saldrá nunca un puto peso”. Según Darín, la clave de su fortuna no está solo en su trabajo (“muchos años de facturar millones”), sino en su aversión al gasto. “Imagínate todo lo que puedo llegar a hacer para no soltar un euro… hasta improvisé un poema solo para quedarme con el tuyo”, le dijo al espontáneo lector de versos del programa.
En plena promoción de El Eternauta, Darín aterrizó en España justo cuando se conocía la muerte del Papa Francisco. Broncano aprovechó para preguntarle por la relación de Argentina con el pontífice: “Se celebró como un Mundial. Fue absolutamente inesperado y muy festejado”, recordó. Pero más allá del júbilo nacional, Darín quiso destacar el legado del Papa: “Me di cuenta de que ha trabajado en líneas muy importantes, como la inclusión de la mujer en la Iglesia. Abrió muchas ventanas… La gran incógnita ahora es qué va a ocurrir con el que venga”.
“Hemos perdido la oportunidad de invitarlo”, lamentó Broncano, “porque para uno que habla español y es medio cachondo…” La conversación derivó en un análisis sobre la lentitud de los cambios en la Iglesia y la incertidumbre sobre el sucesor. “El Papa dejó huella”, zanjó Darín.
Preguntas clásicas
Pelo perfecto, bata heredada y sexo en punto muerto
El momento más delirante llegó con las clásicas preguntas del programa. ¿Dinero? “Mucho”. ¿Sexo? “Cero este mes, estoy de promo”. Pero fue al hablar de la masturbación cuando Ricardo desplegó toda su genialidad: “Un amigo mío se ponía una bata bordó del padre para hacerse la paja. Quedaba catatónico. Como si quisiera darle institucionalidad al acto”.
Y entre risas, también hubo espacio para elogiar su melena: “Esto es peluca cosida desde adentro”, bromeó. Luego aclaró que no se ha hecho ningún tratamiento capilar, aunque admitió que “la butifarra es muy buena para la salud del cuero cabelludo”.
Darín presentó con orgullo El Eternauta, una serie basada en la icónica historieta argentina de 1957. “Empieza con una nevada tóxica que te toca y te mata. Todo se corta, luz, agua, gas. Es una invasión extraterrestre que sorprende a la población”, explicó. El actor interpreta a Juan Salvo, un hombre común que debe improvisar un traje con objetos viejos para sobrevivir y buscar a su hija.
La serie, producida por Netflix, ha generado gran expectación tanto en Argentina como en España. “Es bonito que esté haciendo esta serie basada en un cómic que se lanzó el año en que nací”, comentó Darín con emoción.
La visita de Ricardo Darín a La Revuelta fue mucho más que una promo al uso. Fue una lección de sencillez, sentido del humor y profundidad camuflada entre carcajadas. Entre historietas y alfajores, dejó claro por qué sigue siendo uno de los rostros más queridos del cine en español: porque, como El Eternauta, Darín también sabe cómo moverse entre la catástrofe y la ternura con la misma naturalidad con la que guarda un euro o se gana un poema.