Si hay algo que Makoke tiene claro, es que no está lista para ser abuela por parte de Anita Matamoros. Ni por asomo. Ni en broma. Aunque la posibilidad se planteó solo como una hipótesis lanzada al aire durante una conversación en Supervivientes, la reacción fue fulminante.
Con el sol castigando desde lo alto y el agua rompiendo suave al fondo, soltó la frase sin pensárselo: “Me muero”. Ese comentario, que podría haberse perdido entre risas y confidencias, dejó clara una cosa: la idea de ver a su hija embarazada no le hace ni pizca de gracia. Ni ahora ni dentro de un tiempo.
Delegar
Los planes de boda de Makoke y su incertidumbre con los preparativos
Antes de abordar ese posible susto, la charla giraba en torno a la boda con Gonzalo. Aseguró que tiene el lugar reservado y todo pensado en su cabeza, aunque el vestido todavía no está ni elegido. Explicó que “el vestido lo tengo en la cabeza perfecto, solo necesito decir quiero esto, pero no sé todavía con quién hacerlo”. Lo decía mientras intentaba cuadrar, desde la distancia, los preparativos de un enlace que le está viniendo grande.
Makoke ya sabe lo que es pasar por el altar, algo que Gonzalo todavía no
Durante esa conversación también deslizó la necesidad de que Gonzalo tome el control, al menos mientras ella sobrevive a cocos, arroz y convivencia extrema. Según contó, “mi problema es que quiero decirle a Gonzalo que tire él para adelante, pero no sé cómo decírselo”. Admitió que lo suyo ahora mismo es dejar hacer, delegar, y cruzar los dedos para que todo esté listo cuando salga del programa.
Escandalizada
Todavía tiene mucha vida por delante
Con todo eso de fondo, llegó el comentario de Pelayo sobre un posible embarazo de Anita, que le daría el tercer nieto y primero de la influencer. Sin darle tiempo a procesar la pregunta, expresó sus evidentes dudas: “Anita embarazada… ay, no, ¿te imaginas? Me muero”.
Anita Matamoros, hija de Kiko Matamoros y Makoke
Después, intentó matizar. Recordó que su hija tiene 24 años, aunque eso no le parecía suficiente para afrontar algo así. “Es muy joven, solo tiene 24 años, aunque yo la tuve joven también”, añadió, casi como si estuviera buscando razones para no escandalizarse demasiado.
Después de tantos días en Honduras, entre arroz hervido y confesiones con sus compañeros, lo único que Makoke desea al volver es algo mucho más sencillo. Como explicó, “lo que quiero es estar en Málaga o Madrid, tranquilita en casa con mi novio, no quiero ni fiestas ni nada, solo estar tranquila con los míos y comiendo mucho”.