Un año después del asesinato de su hermano menor, Borja Villacís, la exvicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha compartido en el programa Y ahora Sonsoles cómo vivió y procesó el que sin duda ha sido uno de los momentos más devastadores de su vida. “Decidí vivirlo sin anestesiarme. Me permití estar dolida, sufrir. Porque creo que también hay que estar mal a veces. Y en mi caso, fue mi manera de rendirle un tributo a mi hermano”.
Borja Villacís fue asesinado a tiros el 4 de junio de 2024 en un posible ajuste de cuentas aún bajo investigación. La noticia sacudió a la opinión pública y puso de nuevo a Villacís en el foco mediático, tras su retirada de la política en mayo del mismo año. “Me enteré porque me llamó Almeida. Iba conduciendo. Luego se lo conté yo a mis padres”, confesó. Desde entonces, priorizó el cuidado de su familia, lejos de las cámaras: “Apagué la tele y me dediqué a lo importante, que son mis padres. Los medios me dan igual. Lo único importante es mi familia”.
Frente al impulso habitual de anestesiar el dolor, Villacís optó por otro camino: “Rápido viene la gente a darte de todo: tómate esto, tómatelo... Pero yo creo que en la vida también hay que sufrir. No estamos muy mentalizados como sociedad. Nos duele un poquito y vamos corriendo a tomar algo”. Asegura que prefirió no recurrir a la terapia, aunque no la descarta para otros: “No quiero decir que la gente no vaya a terapia, por favor. Hay mucha gente a la que le viene muy bien. Pero yo me cuido cuidando”.

“El dolor que puedes sentir siempre va a estar ahí. Lo puedes llegar a vivir con más serenidad”, Begoña Villacís en 'Y ahora sonsoles'
En su caso, el foco estuvo en proteger a los suyos. “A mí me ayuda no estar tan pendiente de cómo me siento yo, sino de cómo se sienten mi madre, mi padre, mis hijas. Nuestras madres hacían eso: estaban poco pendientes de sí mismas y eran bastante sanas. Muchas de ellas”.
En el plató, Sonsoles Ónega destacó la entereza con la que Villacís ha vuelto a tomar la palabra pública. Durante meses, la expolítica evitó entrevistas y se refugió en el silencio. Solo seis días después del crimen escribió unas palabras en redes: “Borja siempre será mi hermano pequeño y yo seré siempre su hermana mayor. La que le cuidó lo mejor que supo”. Ahora, un año después, admite que sigue doliendo, aunque con más serenidad: “Esto va a remitir. Esto duele mucho. Pero es que tiene que doler. Porque la vida, a veces, duele”.
Y concluye: “Cuando estás en el día a día, en el jardín, no ves nada. Pero luego reseteas y te das cuenta de lo importante. Yo ahora tengo la conciencia tranquila, aunque siempre nos falten horas con los que ya no están”.