Eugeni Alemany: “Lo más innovador de 'Agárrate al sillón' es que hay que pisar el acelerador pero sin pasarse”

Entrevista

El presentador valenciano se pone al frente, a partir de este domingo, del nuevo concurso de Telecinco que a partir de mañana sustituirá a 'Reacción en cadena'

Eugeni Alemany

El presentador, en el plató del nuevo concurso 

Luis Miguel Gonzalez / MEDIASET

Esta noche, después de la final del Mundial de Clubes entre el Chelsea y el PSG, Telecinco estrena una de sus nuevas apuestas: el concurso Agárrate al sillón, que a partir de mañana sustituirá a Reacción en cadena en la competida franja de las 20h, de lunes a viernes. Al frente del formato estará Eugeni Alemany (Sueca, Valencia, 1976), un rostro relativamente nuevo en la cadena, con una amplia trayectoria en la televisión autonómica À Punt y que ya colaboró en varios programas de Mediaset hace algunos años. El estreno del concurso contará con la participación especial de Rafa Castaño, ganador en 2024 del mayor bote de Pasapalabra, quien será el primer “campeón” al que deberán enfrentarse los concursantes.

¿Qué hace diferente Agárrate al sillón de otros concursos televisivos?

Lo más característico de este concurso es su estructura en evolución. Comienza con una fase más distendida, hay humor y entretenimiento, y vamos conociendo a los concursantes. Luego la dinámica se vuelve más competitiva, especialmente por la figura del “campeón”, que tiene ciertos privilegios: puede romper empates, repartir preguntas, elegir su dificultad… Y luego, la gran final, con mucha tensión y dinero en juego, y con algo que me gusta y es que hay un dinero que el campeón va acumulando y el día que pierda y alguien le robe ese sillón, ese dinero es suyo, se lo lleva todo.

Eugeni Alemany con Rafa Castaño sentado en el codiciado sillón rojo

Eugeni Alemany con Rafa Castaño sentado en el codiciado sillón rojo

MEDIASET

El formato original francés Tout le monde veut prendre sa place es todo un éxito en su país ¿Cree que funcionará igual en España?

No sé si el éxito en Francia es directamente trasladable, pero sí que el plató lo es (ríe), que es exactamente igual. Es un programa muy testado, con más de 6.300 programas emitidos y casi 20 años en antena. Lo adictivo es que cada programa es distinto. Las fases no se repiten, surgen combinaciones inesperadas, estrategias que cambian sobre la marcha… En los programas que ya hemos grabado hemos tenido duelos igualadísimos y otros donde el campeón lo ha pasado realmente mal. La tensión está muy presente en todas las fases, no solo en la final. Incluso yo, como presentador, he tenido que adaptarme a cada momento del programa con distintos registros. No empiezo igual que termino.

Un elemento clave del concurso es el “campeón” y sus privilegios. Y el primero para arrancar, todo un referente y gran rival a batir: Rafa Castaño.

Para comenzar necesitábamos un campeón, y el programa eligió a Rafa. Y aunque tiene muchos conocimientos, también hemos visto sus puntos débiles. Él mismo ha tenido que ajustar su estrategia constantemente. Aquí no basta con saber, hay que jugar con táctica y tomar decisiones arriesgadas. Pero me gusta ver cómo Rafa también tiene que ir adaptando su estrategia según el programa, porque -y esto es importante- el dinero que se lleva depende de los puntos que obtenga su oponente en el gran duelo. Si se enfrenta a un concursante fuerte, este acertará muchas preguntas y esos puntos se traducen en más dinero para él. Si el rival es más débil, habrá menos aciertos y, por tanto, menos dinero. Pero cuidado con el riesgo: si el otro acierta más que él, le arrebata el sillón. Así que tiene que pisar el acelerador, pero sin pasarse. Y eso es lo que me parece fascinante, lo más innovador del programa.

Usted tiene una larga trayectoria en el canal autonómico À Punt. Aunque también ha estado en programas nacionales como Caiga quien caiga , este concurso es su primer gran reto como conductor principal en la televisión nacional, ¿no?

Sí, este es mi primer proyecto con toda la responsabilidad sobre mis hombros en una cadena nacional. Estuve en Telecinco hace años copresentando, y Caiga quien caiga fue lo más visible, pero esto es diferente. Volver tantos años después a Mediaset con un proyecto tan importante es un reto grande. Le dije a los directivos que agradecía su valentía al apostar por alguien que viene de una televisión autonómica, aunque eso sí, con experiencia y curtido. Pero esa misma idea de arriesgar va en sintonía con el programa. Y lo bonito es que están ocurriendo cosas que no se pueden guionar: momentos mágicos, tensos, y también de muchísima risa.

Este nuevo concurso competirá con un clásico como Pasapalabra en Antena 3. ¿Supone una presión añadida?

Pasapalabra es un gran programa, con un equipo excelente y un presentador fantástico como Roberto Leal. Pero no es el único en esa franja. Es verdad que Pasapalabra es un transatlántico y nosotros somos un barco chiquito que empieza a desplegar velas y confía en coger velocidad. Yo de momento no hablaría de competir sino de compartir espacio. Agárrate al sillón es un programa diario y que necesitará tiempo para afianzarse a la parrilla. Al equipo de Pasapalabra les pediría que no sean tan buenos para poder acelerar nuestro proceso de crecimiento. Y que de vez en cuando miren por el retrovisor.

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