La venganza de la llorona

Lidia Lozano, famosa por su emotividad a flor de piel –eso es oro molido en televisión– y su facilidad para el llanto –un filón para la televisión–, ha abandonado a sus antiguos compañeros de Sálvame y ha fichado con De viernes (Telecinco): debutó anteanoche. Lloró a moco tendido. Lloró a placer. Lloró de alegría, lloró de añoranza, lloró de satisfacción, lloró de gratitud (por el buen recibimiento de todos los colaboradores), y su llanto (llanto húmedo, llanto a lágrima viva), que tantas burlas le había procurado, es ahora su cotización y su vindicación (ha publicado un libro que ha titulado La venganza de la llorona ). Su llanto es su victoria. Con su llanto deben de identificarse miles de mujeres telespectadoras de su edad, que ante el televisor se sienten legitimadas a su vez para llorar viéndola como magdalenas. Ya quedó atrás su metedura de pata a costa de la hija (muerta) de Albano y Romina Power (que Lozano deslizó imaginativamente hace años que seguía viva). Esta nueva etapa de Lidia Lozano, como colaboradora-entrevistadora en De viernes pinta mucho más tranquila que las anteriores, camino de la dulce jubilación.

Ha nacido este verano una estrella televisiva para el nuevo curso de tertulias políticas: se llama Sara Santaolalla

40 AÑOS. Este verano ha nacido una estrella en la televisión de moda, es decir en el info-entretenimiento de ribetes políticos. Se la disputan todas las tertulias políticas televisadas,. Por su telegenia y soltura dialéctica, Y tiene solo 26 años. La nueva estrella se llama Sarah Santaolalla, y dice lo mismo que los comentarios antagónicos de la trinchera de enfrente: que no entiende que aún haya gente que vote a... (aquí Santaolalla menciona al Partido Popular, como otros al PSOE). La derecha ha enfilado a Sarah Santaolalla como nuevo Anticristo y enemiga del pueblo, y TVE reacciona dándole más sillas: el próximo lunes 15 por la tarde estará en Directo al grano (con Gonzalo Miró y Marta Flich). Ante los ataques, Sarah Santaolalla no se amilana, se crece, argumenta con vehemencia y firmeza. Hacía falta una tertuliana así, una cara nueva más allá de las Elisa Beni de siempre. El curso televisivo arranca... y promete mucha intensidad en su abordaje de la actualidad política: me encantará ir comentándola en esta columna dominical que es ya decana, pues cumple cuarenta años de crítica televisiva. No es nada. – @amelanovela

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