Tras reunirse este martes, el Consejo de Administración de RTVE ha aprobado finalmente que España no participará en el Festival de Eurovisión 2026, que se celebrará en Viena (Austria), si Israel continúa entre los países concursantes. La propuesta, impulsada por el presidente de RTVE, José Pablo López, fue elevada al pleno del órgano de gobierno y aprobada por mayoría absoluta con 10 votos a favor (5 del PSOE, 2 de Sumar, 1 de Podemos, 1 de ERC y 1 de PNV), 4 en contra (todos del PP) y una abstención (Junts).
RTVE ha aclarado que esta decisión no afecta los planes relacionados con la celebración del Benidorm Fest, el certamen en el que se elige al representante español para el concurso. “Se trata de un festival con identidad propia, completamente consolidado, que el próximo año celebrará su quinta edición”, señala un comunicado de la corporación pública.
Con esta decisión, España se convierte en el primer país del grupo 'Big Five' -los cinco países que más aportan económicamente a la UER (Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido)- en condicionar su participación a la exclusión de Israel, y el quinto país en hacerlo, después de Países Bajos, Eslovenia, Islandia e Irlanda. RTVE se convierte así en la primera televisión pública europea en adoptar una postura firme en apoyo al boicot a KAN, la cadena pública israelí.

El presidente del Consejo de Administración de la Corporación RTVE, José Pablo López, en una comparecencia parlamentaria de junio
La decisión se produce en un contexto marcado por la creciente presión política y social. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha reiterado que “los eventos culturales y deportivos no deben blanquear el genocidio”, mientras que el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, consideró que “no hay condiciones para que Israel participe con normalidad en este tipo de eventos mientras continúe la ofensiva bélica en Gaza”. Incluso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha solicitado que se apliquen a Israel las mismas restricciones que a Rusia, vetada tras la invasión de Ucrania en 2022.
El movimiento ciudadano también ha sido clave en esta resolución. Manifestaciones propalestinas provocaron el domingo en Madrid la cancelación de la última etapa de la Vuelta Ciclista a España y la plataforma impulsada por Sumar ha reunido más de 30.000 firmas en menos de 24 horas exigiendo que RTVE se retire del festival si Israel no es excluido.
RTVE ya había anticipado su postura crítica en varias ocasiones. En mayo de 2025, envió una carta a la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del certamen, solicitando abrir un debate interno sobre la continuidad de Israel como participante. También pidió reflexionar sobre el sistema de televoto, al considerar que puede verse afectado por los conflictos geopolíticos.
Este mensaje fue reiterado tras el festival de Eurovisión 2025, cuando el presidente de RTVE afirmó que “la neutralidad no debe asociarse a la equidistancia y mucho menos a la indiferencia, nunca cuando se trate de denunciar una agresión como la que se está produciendo en Gaza”.
RTVE ha aclarado que esta decisión no altera los planes respecto a la celebración del Benidorm Fest, que el próximo año celebra su quinta edición
Antes de la final de Eurovisión 2025, RTVE emitió un mensaje institucional: “Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina”. En esa edición, Israel fue representado por Yuval Raphael con la canción ‘New Day Will Rise’ y obtuvo la segunda posición con 357 puntos, recibiendo 297 del televoto, incluyendo 12 puntos de España, y 60 del jurado.
A pesar de la presión internacional, la cadena pública israelí, Kan, ha rechazado retirarse del festival. Su consejero delegado, Golan Yochpaz, ha declarado que “no hay razón para que Israel no siga siendo una parte importante de este evento cultural, que no puede volverse político”.
En el plano institucional, el papel de Ana María Bordas, directiva de RTVE y actual presidenta del Grupo de Referencia de la UER -órgano encargado de supervisar el festival-, será clave en los próximos meses para mediar entre las emisoras europeas. La 95ª Asamblea General de la UER está prevista para los días 4 y 5 de diciembre, y será una cita determinante para el futuro del festival.
El caso español podría marcar un antes y un después en la historia del certamen, que, aunque tradicionalmente ha intentado mantenerse al margen de la política, ahora enfrenta una crisis sin precedentes marcada por las demandas sociales, los derechos humanos y la responsabilidad institucional.