“No es la mejor forma de celebrar el campeonato, pero así son las carreras. Hoy volamos a Madrid y los doctores lo evaluarán todo. Por favor, sin rencores hacia Marco Bezzecchi, nadie lo hace a propósito. Gracias por todo vuestro apoyo”, publicaba Marc Márquez en Instagram este pasado domingo, tras una caída en el Gran Premio de Tailandia de MotoGP. El nueve veces campeón del mundo sufrió una fractura y lesión de ligamentos en el hombro derecho.
A pesar de esquivar el quirófano, el tratamiento conservador de los doctores Samuel Antuña e Ignacio Roger de Oña impedirá que compita en los Grandes Premios de Australia y Malasia, pero también le ha alejado de otro compromiso: su entrevista en El Hormiguero. El Tro de Cervera debía visitar este martes el programa de Pablo Motos, que ha encontrado un reemplazo de renombre para ocupar su lugar: el actor estadounidense Jeremy Allen White.
El oriundo de Brooklyn, principalmente conocido por su papel protagonista en The Bear, ha compartido algunos detalles relacionados con sus proyectos más recientes. Tal es el caso de Springsteen: Deliver Me From Nowhere, que se estrena en cines el 24 de octubre, y donde interpreta al Boss durante los días de grabación del disco Nebraska. Gran admirador del cantante americano, Allen White llegó a describir hasta qué punto llegaba su obsesión.
“Sí, hubo una época en la que me obsesioné bastante. Tuve unos seis meses para preparar el personaje y escuchaba su música a todas horas, escuchaba su voz, leía todo sobre él, sus memorias… Intenté vestirme cómo él todo el tiempo, hablar como él… Es fácil obsesionarse con él porque su música es fantástica. Mis hijos fueron los primeros que me dijeron ‘para ya, deja la guitarra porque estamos hartos’. Me puse alzas también para ser más alto y corregir la postura”, reconocía.
Hasta el más mínimo detalle
“La ropa que me ponía, también muy prietos los pantalones y me puse lentillas. Muchos me decían que daba miedo. Tiene siempre el pie como listo para irse. Lo he trabajado mucho para sonar como él y he tenido un coach vocal que me ha ayudado. Es raro dejarlo atrás. Lo he conseguido, pero la verdad que mis hijas de 6 y 4 años son las que me hacen ver cuando entro por la puerta saber quién soy realmente. Eso me ayuda mucho. No puedo hacer que soy otro con ellas”, añadía.
“El mundo del espectáculo puede ser muy emocionante, pero tiene que ser parte de una vida más amplia. Tengo suerte porque todo esto me está pasando a una edad en la que tengo más de 30 y ya no soy un adolescente. Me da la capacidad de trabajar con actores y directores que admiro. Si eso significa que me hagan una foto sin que yo la pida, no pasa nada”, profundizaba sobre su labor frente a las pantallas.


