¿Quieren las hijas de Bertín Osborne conocer al nuevo hijo de su padre con Gabriela Guillén? Eugenia lo aclara en '¡De Viernes!': “Es un momento que debe ser privado y así se quedará”
Situación delicada
El entorno del cantante atraviesa un proceso de adaptación en el que cada paso se mide con cuidado, mientras sus hijas intentan encontrar la manera de integrar al nuevo miembro sin exponer su intimidad
El hombre que interesa a Gabriela Guillén sigue coincidiendo con Bertín Osborne
Eugenia Osborne
Aceptar a un hijo nacido fuera de los planes de una familia exige un proceso emocional y de madurez que rara vez es sencillo. En muchos casos, esa situación se convierte en una prueba para todos los implicados, especialmente cuando la vida pública amplifica cada paso.
El desconcierto inicial puede dar paso a la reflexión y, poco a poco, a la intención de acercamiento, aunque no siempre se sepa cuándo ni cómo hacerlo. En ese punto se encuentra el entorno de Bertín Osborne, donde las hijas del cantante tratan de encajar la llegada de un hermano pequeño que cambió su historia familiar.
La manera correcta
Eugenia Osborne apuesta por la discreción y marca los tiempos con calma
Eugenia Osborne lo reconoció durante su entrevista en el programa ¡De Viernes!: “Es un momento que debe ser privado y se quedará como privado”. Con esa frase dejó claro que el posible encuentro con el niño nacido de la relación de su padre con Gabriela Guillén no será algo público ni inmediato. La psicóloga deslizó que tanto ella como sus hermanas podrían estar dispuestas a conocerlo, pero siempre con la calma que requiere una decisión tan sensible.
En esa misma conversación contó que las tres hermanas están alineadas en la idea de dar el paso cuando lo consideren oportuno. Según dijo, “por el niño”, prefieren mantener esa decisión fuera de los medios y actuar únicamente cuando sientan que el ambiente familiar está preparado.
Eugenia evitó cualquier valoración sobre Gabriela Guillén, aunque admitió que no le gusta la forma en que algunos asuntos se han tratado públicamente. Pese a ello, no cierra la puerta a una relación más cercana en el futuro, convencida de que el tiempo será el que facilite ese acercamiento. Al ser preguntada sobre la posibilidad de que la madre del niño hable si llega a producirse el encuentro, respondió sin tensión: “Ella lo podría contar, tampoco hay que esconderlo”.
Las palabras de Eugenia reflejan una mezcla de prudencia y disposición a construir un equilibrio nuevo. Ni ella ni sus hermanas niegan el deseo de conocer a su hermano, pero insisten en hacerlo sin interferencias externas, conscientes de que el verdadero paso adelante será tan discreto como personal.