Las puertas del emblemático restaurante de Mediaset volvían a abrirse una noche más para recibir la visita de Lluís (44), un artista vanguardista de Barcelona que llegó al espacio conducido por Carlos Sobera con un cuadro bajo el brazo. ''Es un regalo para mi cita, valorado en más de 1.000 euros'', explicó.
El soltero también dejó impresionado al presentador con su historia.''Mi nombre artístico es 'Sobaval'. Me llamo Sabala. Mi madrina es la famosa pintora. ¿Y cómo se lee 'Sobaval' al revés? Lavabos. ¿Hay algún lugar mejor? Es tu lugar personal, tu espacio de intimidad y donde te purificas. El arte de 'Sobaval' es necesario'', aseguró.
Lluís y Carlos Sobera en 'First Dates'
La elegida para cenar con él fue Manuela (43), una consultora italiana que llevaba 23 años viviendo en Barcelona. ''Hablo seis idiomas'', confesó. A pesar de su dominio de las lenguas, no consiguió entender al soltero. ''No colgaría el cuadro en mi casa porque no es del estilo de mi casa. Mis neuronas no pueden con tanto'', sentenció la soltera al ver el regalo de Lluís.
Tras intercambiar sus primeras palabras, el presentador acompañó a la pareja hasta su mesa, donde Lluís volvió a dejar en shock a la italiana: ''Soy creador de contenido y artista visual. Tengo canales de YouTube en los que se habla de arte, poesía y filosofía. Estaba tan concentrado que he entrado aquí. Estaba editando vídeos y he entrado en First Dates, como en Matrix. Estaba con una amiga y he entrado yo solo. Ella se ha quedado ahí''. ''¿Qué estoy haciendo aquí? No sé qué pastillas se ha tomado este señor, pero que las dejen de venden porque son muy peligrosas'', aseveró Manuela.
Lluís y Manuela en 'First Dates'
En un punto de la velada, Lluís se interesó por los gustos sexuales de la soltera. ''Soy monógama'', dejó claro ella. ''Yo no, puede pasar que en una pareja una persona sea monógama y la otra no'', aseguró el soltero a la vez que explicó que era independentista. ''Pero no hay nada como Madrid'', añadió. ''No encaja con el estilo de hombre que me gusta porque me gustan elegantes y con modales'', explicó ante el equipo la italiana.
En la recta final, los solteros intentaron disfrutar de un momento íntimo en el reservado del programa. Pero para Manuela fue todo lo opuesto a romántico por un motivo de peso. ''Huele mucho y yo reconozco que soy muy sensible a los olores. Cuando huelo esos olores, me dan ganas de vomitar'', afirmó.
Lluís y Manuela en 'First Dates'
Finalmente, Lluís decía 'sí' a una segunda cita porque Manuela cumplía sus requisitos. ''Me he enamorado. Has sido una persona muy agradable y ojalá la mitad de la población tuviera los modales y la educación que tienes tú'', aseguró. ''A mí no me gustaría tener una segunda cita. Es una persona interesante, con cultura, pero no encajamos en muchas cosas'', sentenció ella.

