Los Sackler y sus laboratorios pagarán 7.400 millones por la crisis mortal de los opiáceos

EE.UU.

El pacto con diversos estados, ayuntamientos y naciones tribales supone una mejora de más de 500 millones respecto a un acuerdo previo que tumbó el Supremo

Una mujer observa fotos de personas fallecidas por sobredosis durante la epidemia del fentanilo en un acto en Edmonton (Canadá)

Una mujer observa fotos de personas fallecidas por sobredosis a causa de la epidemia del fentanilo en un acto en Edmonton (Canadá)

Artur Widak

El coste del fentanilo, protagonista de una de las mayores crisis sanitarias en Estados Unidos, creada en sus orígenes desde los despachos de algunas farmacéuticas, con la inestimable colaboración de no pocos médicos que abrieron la senda a los narcos, ha supuesto la pérdida de millones de vidas. Esto ahora tiene un precio para la familia Sackler, muy dados a la filantropía y a figurar en los grandes museos por su generosidad a costa del dolor ajeno.

Miembros de esta familia, propietaria de los laboratorios Purdue Pharma, donde se ­elaboró el OxyContin, y la ­misma compañía, alcanzaron el acuerdo de pagar 7.400 mi­llones de dólares para cerrar las múltiples demandas judiciales ante los estragos causados por el potente analgésico.

Los Sackler aceptan, además, renunciar a la empresa que elaboró el OxyContin

El acuerdo ahora rubricado por los Sackler y su compañía con abogados que representan a gobiernos locales y estatales, tribus de nativos y miles de víctimas por las crisis de los opiáceos, reemplaza a otro que fue rechazado el pasado año por el Tribunal Supremo de EE.UU.

En este nuevo pacto, la familia acepta pagar 6.500 millones, a la vez que ceden la propiedad de la empresa. La compañía, por su parte, deberá abonar otros 900 millones. Para los Sackler significa un encarecimiento de 500 millones.

Este es uno de los mayores acuerdos alcanzados en los últimos años en búsqueda de que estos laboratorios fueran declarados responsables por la epidemia mortal que ha castigado a este país. A pesar de que en el 2024 se registró una caída en el número de sobredosis, la cifra todavía rondaba los 100.000.

Además de este pacto que implica a Purdue, otros que llegan a los 50.000 millones ya han sido anunciados. La mayoría del dinero es necesario utilizarlo para frenar las crisis.

El pacto con los Sackler todavía requiere que sea aprobado por los tribunales y algunos detalles aún se han de pulir. En la anterior versión, el Departamento de Justicia mostró su oposición a pesar de que cada uno de los estados y ayuntamientos estuvieron de acuerdo.

Sin embargo, bajo la presidencia de Donald Trump no es esperable que el Gobierno federal se oponga al pacto.

“Estamos muy satisfechos de que se haya alcanzado un nuevo acuerdo que permitirá distribuir miles de millones para compensar a las víctimas, reducir la crisis de los opiáceos, ofrecer tratamiento y fármacos para salvar vidas a los que sufren de sobredosis”, señaló la biotecnológica Purdue en un comunicado tras el pacto.

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