La UAB deja inactiva su cuenta en la red social X tras las elecciones alemanas
Más salidas de X
La universidad de Bellaterra, el cuarto campus catalán en salir de la plataforma, señala actitudes alejadas al respeto e injerencias en las elecciones
Campus de la UAB
La Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha anunciado hoy, lunes, que dejará inactiva su cuenta en la red social X (antes Twitter) después de que la plataforma, propiedad de Elon Musk, decidiera hacer explícitas sus preferencias políticas y manipular a la opinión pública en tiempos de elecciones.
La universidad de Bellaterra sigue a la de Barcelona (UB), a la Universitat Pompeu Fabra (UPF), a la Universitat de Girona (UdG) y a la Politècnica de Catalunya (UPC) que abandonó la red social hace cuatro días.
En un comunicado hecho público hoy, la UAB argumenta la decisión de abandonar la plataforma, adquirida por el multimillonario Elon Musk en 2022, porque la propiedad de este canal “ha decidido explicitar sus preferencias políticas, especialmente cuando se celebran procesos electorales”. Y continúa: “estas preferencias están muy alejadas de los principios y valores de la UAB. La más que razonable sospecha de que, encima, pueda estar manipulando a la opinión pública mediante la red de la que es propietario único y plenipotenciario, hace más peligrosa esta situación”, ha denunciado el centro, en alusión a Musk.
La UAB justifica su permanencia en la red hasta hoy por su objetivo de “transferir el conocimiento científico generado en la universidad, combatir desinformaciones con aportaciones veraces y fehacientes y fomentar el uso del catalán, en clara minorización en un mundo globalizado”, asegura.
Sostiene que existe la “más que razonable sospecha de estar manipulando a la opinión pública”
Continúa argumentando de que esto era así tanto para la red social X como para cualquier otro canal que permitiera dar a conocer nuestras actividades, “independientemente del origen geográfico o la ideología de su propiedad, y con el único requisito de que la plataforma en cuestión respetara la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea”.
Sin embargo, se ha cambiado de opinión desde que la propiedad del canal “ha decidido explicitar sus preferencias políticas, y no sólo en cuanto a la política de su país sino también a la de otros países” en procesos electorales como es el caso de Alemania este pasado fin de semana. “La más que razonable sospecha que, encima, pueda estar manipulando a la opinión pública mediante la red de la que es propietario único y plenipotenciario hace aún más peligrosa esta situación”, sostiene.
Por tanto, “mientras la propiedad no cese en sus injerencias y en el fomento de actitudes alejadas del respeto y la responsabilidad social”, no volverá a utilizar X.