La aerolínea Ryanair ha iniciado un procedimiento judicial en Polonia contra un pasajero cuyo comportamiento disruptivo durante el vuelo FR7124, procedente de Berlín con destino a Marrakech, ha derivado en perjuicios económicos y operativos para la aerolínea y sus clientes.
Según la compañía, las acciones de este individuo no solo alteraron el ambiente a bordo, sino que además generaron un costo de 3.000 euros por las complicaciones ocasionadas durante el trayecto.
El suceso tuvo lugar el 9 de enero, cuando el pasajero en cuestión adoptó actitudes conflictivas que obligaron a la aeronave a realizar un desvío de emergencia hacia Sevilla. Durante esta maniobra, no solo se generó confusión y retrasos para los 170 pasajeros a bordo, sino que además la seguridad de la tripulación –formada por 6 miembros– se vio comprometida momentáneamente al tener que gestionar la delicada situación.
Estas circunstancias han motivado a la compañía, según apunta en un comunicado, a subrayar la importancia de garantizar “un ambiente seguro y respetuoso en sus vuelos”.
Es inaceptable que los pasajeros sufran molestias innecesarias por el comportamiento de un pasajero indisciplinado
Un portavoz de Ryanair ha reiterado que “es inaceptable que los pasajeros sufran molestias innecesarias por el comportamiento de un pasajero indisciplinado”. "Esto demuestra sólo una de las muchas consecuencias a las que se enfrentarán los pasajeros que perturben los vuelos como parte de la política de tolerancia cero de Ryanair, y esperamos que esta acción impida nuevos comportamientos problemáticos en los vuelos para que los pasajeros y la tripulación puedan viajar en un entorno cómodo y respetuoso”, ha concluido.