Casi seis meses después de la desaparición de Esteve Carbonell, de 47 años y de Puigreig, y Txell Fusté, manresana de 52 años, cuando ascendían el pico Rulhe (2.783 metros), en la vertiente francesa de los Pirineos, en el departamento del Ariège, hoy domingo un grupo de excursionistas aportaron una pista al encontrar en esta montaña el cuerpo de una persona que, por la vestimenta que llevaba, podría ser el de Carbonell. El cadáver fue trasladado a Toulouse donde se confirmará su identidad, según ha avanzado 3Cat.
El diario francés La Dépêche du Midi detalla que el cuerpo estaba parcialmente sepultado y que el deshielo ha propiciado que fuera visible, según el relato de uno de los senderistas españoles que lo ha encontrado. Las condiciones meteorológicas no son muy propicias para seguir con la búsqueda de la otra persona desaparecida pues hoy la Prefectura del Ariège ha emitido una alerta amarilla por tormentas, indica Europa Press.
El entorno de la pareja había manifestado estos últimos días que con la llegada del buen tiempo y la subida de las temperaturas el deshielo posibilitaría reemprender su búsqueda.
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Efectivos de la Gendarmería de montaña, con la colaboración de los Bombers de Andorra y de efectivos de los GRAE de los Bombers de la Generalitat, a título personal, buscaron a los dos montañeros después de que sus familias alertaran de que se había perdido el contacto con ellos, el mediodía del 7 de diciembre, cuando estaban cerca de la cumbre del Rulhe. Esa mañana irrumpió el torb, un fenómeno meteorológico muy temido que combina vientos huracanados, nieve y un pronunciado descenso de la temperatura, lo que dificulta muchísimo la visibilidad. La Gendarmería rastreó reiteradamente la zona por tierra y por aire durante las primeras semanas. Al no hallar ningún rastro informaron que intensificarían los trabajos a partir de esta primavera, cuando empezara a fundirse la nieve.
