Dieciocho años y un mes después de la desaparición de Madeleine McCann se vuelve a buscar alguna pista que aclare lo que le ocurrió a esa niña británica desaparecida el 3 de mayo de 2007 cuando pasaba unas vacaciones con sus padres en la región portuguesa del Algarve.
Tenía 3 años y sus padres la dejaron sola en una habitación de un complejo hotelero de Praia da Luz mientras cenaban, muy cerca y en esas mismas instalaciones, con unos amigos. Y hasta hoy. Ayer un ejército de policías volvió a desplegarse por la zona donde fue vista viva por última vez Madeleine.
Policías alemanes y portugueses iniciaron ayer un operativo de búsqueda de Madeleine
¿Qué buscan? y ¿Por qué ahora, otra vez? Nadie lo aclara. Solo se informa de que la operación la dirige la Fiscalía de Alemania, que desde hace unos años lleva el peso de esta investigación. Y es que en ese país cumple condena el único sospechoso (en ningún caso, de momento, imputado) de la extraña desaparición.
Se llama Christian Brueckner. Un delincuente sexual que cumple condena en Alemania por violar a una anciana, en esa misma área portuguesa, en 2005. Y se sabe que cuando desapareció Madeleine, ese hombre estaba en el Algarve.
El único sospechoso es este hombre, a punto de salir de la cárcel al faltarse solo meses para cumplir una condena por violación. (
El único sospechoso es un delincuente sexual a punto de quedar libre tras una condena por violación
Muchas coincidencias, sí, pero de momento ninguna prueba directa que le implique en el caso. Así que pese a los repetidos intentos por parte de la Fiscalía alemana por imputarlo, eso no ha sido, de momento, posible.
El tiempo corre en contra de la justicia que se espera para Madeleine, pues a Brueckner solo le quedan unos meses para cumplir aquella condena por violación y si no hay ninguna otra acusación formal contra el quedará en libertad.
Los padres de la niña nunca han dejado de buscarla. El drama dura ya más de 18 años
A falta de más información oficial sobre este nuevo e inesperado movimiento policial solo caben las presunciones. Y visto el despliegue de ayer en el primer día de esta operación que está previsto se alargue toda la semana, se deduce que esos agentes vuelven a buscar algún resto de la niña, a la que se da –aunque la esperanza es lo último que se pierde– por muerta.
Se han movilizado una treintena de agentes, apoyados por forenses y dotados con georradares para buscar en el subsuelo
Los policías, eso sí ha trascendido, tienen previsto peinar una veintena de fincas o parcelas en un radio de unos veinte o treinta kilómetros del complejo en el que dormía Madeleine cuando su rastro se esfumó.
Esos agentes, se ha visto, llevan georradares. Así que se presume van a examinar el terreno por si la pequeña fue enterrada en esa zona. También volverán a mirarse pozos y embalses de esa área. La prensa británica informa que en este operativo se prevé volver a registrar, más a fondo, una casa alquilada por Christian Brueckner en el Algarve, donde pasaba largas temporadas.
En 2023 ya se peinó un embalse y el terreno adyacente donde este delincuente sexual solía acampar con una autocaravana. Sin resultados.
El fiscal encargado del caso aseguró en 2020 que el caso estaba resuelto; han pasado los años y no hay acusado
La policía británica no participa en estas nuevas pesquisas, pero sí está al tanto del operativo. En estos momentos todo el peso de la investigación –al menos a nivel oficial– lo lleva un fiscal alemán, llamado Hans Christian Wolters.
Aunque de momento sin demasiado éxito, pues desde que convocó una rueda de prensa en 2020 para afirmar que Madeleine había sido asesinada y que el caso estaba resuelto en un 90 por ciento –fue entonces cuando se dio el nombre de Christian Brueckner– nada más se ha sabido de esas contundentes pruebas que ese fiscal dijo entonces tener para acorralar al sospechoso.
Han pasado los años y todas las informaciones sobre esa línea de investigación no han pasado de ser titulares de prensa. Habrá que esperar para confirmar si ahora, con este nuevo desembarco policial, todo será diferente.
