Ayuda a regular la temperatura corporal, manteniendo la piel hidratada y elástica, lubricando órganos y articulaciones y contribuyendo a una buena digestión. El agua, como subraya la Organización Mundial de la Salud (OMS), es imprescindible en cada etapa de la vida. Aunque las recomendaciones de esta organización son consumir dos o tres litros de agua diariamente, las necesidades varían mucho dependiendo de la edad, sexo, dieta y si se practica o no actividad física.
Pese a que los beneficios de consumir el agua necesaria están claros, el problema, para muchas personas, es que no son capaces de adquirir este hábito. Para ellos, hay varias alternativas, como infusiones, caldos o zumos naturales, pero sin duda la que se convertirá en la gran aliada para mantenernos hidratados en los meses de más calor es la fruta, puesto que contiene, de forma natural, una elevada cantidad de agua.
La fruta es la gran aliada para mantenernos hidratados en los meses de más calor
A la hora de escoger, hay que optar por las más acuosas. Sin duda, una de las mejores opciones es la sandía, compuesta en un 94,6% por agua; consumir 300 gramos de esta fruta equivale a beberse 250 ml de agua. Pero, más allá de permitirnos reponer líquidos de forma natural y refrescar, la sandía aporta nutrientes esenciales, vitaminas A, B y C y es una gran fuente de potasio, un mineral vital para el organismo. También es una fruta que ayuda a prevenir el estreñimiento, debido a su composición de fibra y agua y aporta licopeno, un antioxidante natural que disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Otras frutas casi tan hidratantes como la sandía son el melón (92,4%), la fresa (89,6%) y la papaya (89,4%). El melón, con su aporte de potasio, calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc y yodo, es una de las opciones más saludables y populares durante los meses de verano.
Por su parte, las fresas, ricas en fibra, ayudan a regular los niveles de colesterol y glucosa en sangre y son útiles para prevenir algunos tipos de cáncer como el de colon. Además, las pocas calorías que contienen hacen que sean muy apreciadas en el seguimiento de dietas o simplemente para mantenernos en nuestro peso.
Tampoco hay que olvidarse de consumir papaya, que con su elevado contenido en betacaroteno facilita la síntesis de melanina, algo esencial para proteger la piel de los rayos del sol en la temporada de más calor.
