Prevenir, acompañar y vivir mejor: así es la Odontología Slow que cambia la visita al dentista

S&V. Vida al aire libre

Clínicas W lidera un cambio de paradigma en salud bucodental basado en la calma, la escucha activa y el valor de una atención más humana

Una paciente recibiendo uno de los nuevos kits experienciales de Clínicas W

Una paciente recibiendo uno de los nuevos kits experienciales de Clínicas W

Clínicas W

Ir al dentista ya no tiene por qué ser sinónimo de prisas, estrés o ansiedad. En un momento en el que los pacientes buscan algo más que un tratamiento eficaz, Clínicas W propone una nueva forma de entender la visita al dentista como pioneros de la Odontología Slow, un modelo que sitúa a la persona en el centro y transforma radicalmente la experiencia en el dentista a través de la calma, mucha escucha y el bienestar general. 

La red odontológica pone el foco en la satisfacción del paciente y los grandes beneficios que el cuidado oral tiene en la salud general de las personas, con un objetivo claro: prevenir antes que intervenir, cuidar sin prisas y acompañar al paciente en todo el proceso clínico con tiempo y con el valor humano que merece este servicio sanitario. Para ello, Clínicas W ha desarrollado un sistema propio que integra tecnología responsable, protocolos personalizados y una filosofía de trabajo basada en el respeto al diente y el tiempo que requiere cada proceso, justo en un momento donde la velocidad, en muchas ocasiones, se convierte en un problema añadido. 

“El gran cambio es cultural”, explica el Dr. Miguel Ángel Miranda, director de la Clínica W Oviedo Miranda de Playa Honda (Lanzarote). “Nuestros pacientes no solo valoran la calidad del tratamiento, valoran que estemos con ellos, que tengamos tiempo para explicar, para resolver miedos y para cuidar de verdad. Esa atención en calma marca la diferencia y los pacientes lo agradecen”, asegura el doctor. 

Este enfoque, que puede parecer sencillo, responde a una realidad muy concreta. El estudio realizado por Clínicas W a más de 2.800 pacientes revela que el 56% considera la atención del equipo humano como el factor más importante de su experiencia, por encima incluso de los resultados clínicos. 


Salud y menos estrés

La Odontología Slow no es solo una cuestión de vínculo, sino también de salud real. La evidencia de este método, que cuenta con un plan de prevención bucodental, revela que cuando un paciente está más relajado y confía en su dentista, se adhiere mejor a los tratamientos, tiene mayor conocimiento de los hábitos preventivos necesarios y acude a revisiones con mayor regularidad. No en vano, el estudio señala que más del 78% reconoce que podría mejorar sus hábitos de higiene bucal, y que la prevención sigue siendo el gran desafío del sector. 

El modelo que defiende Clínicas W responde precisamente a esta necesidad. Desde protocolos centrados en la educación y la prevención, hasta revisiones y atención sin saturaciones. Todo en un entorno de calma donde la planificación de citas da pie a construir una relación de confianza verdadera con cada paciente. 

La dra. Ana Vargas en el gabinete

La Dra. Ana Vargas en el gabinete 

Clínicas W

“Nuestro valor diferencial es que, cuando un paciente viene por primera vez, lo primero que hacemos antes de ver su boca es dedicarle tiempo para conocerlo, entender sus necesidades y, con esa visión amplia, ofrecerle una solución o mejora a su medida”, explica la Dra. Ana Vargas, directora de Clínica W Bousoño Vargas de Oviedo. Además, esta visión centra grandes esfuerzos en divulgar la prevención oral, después de las investigaciones que le han permitido saber que la anticipación minimiza la aparición de problemas antes de que se conviertan en urgencias o, incluso, de que sea demasiado tarde. Porque, como afirman desde la compañía, cuidar a tiempo es cuidar mejor, y para ello dedican grandes esfuerzos en convertir sus clínicas en la casa de los pacientes y, a la inversa, introducir las rutinas necesarias en su propia casa.

Más allá del tratamiento

El modelo de Clínicas W no es solo una técnica o un protocolo. Es una manera de vivir la odontología, coherente con los principios del movimiento slow, que promueve una vida más consciente, saludable y equilibrada. 

Esta forma de entender la odontología también tiene impacto en los equipos. Al reducir el ritmo y ordenar el tiempo recuperando el valor humano, los profesionales trabajan con mayor foco, menos tensión y más satisfacción laboral. Una ganancia doble: para quien cuida y para quien es cuidado. 

Dr. Miguel Ángel Miranda con una paciente

Dr. Miguel Ángel Miranda con una paciente´

Clínicas W

“La salud del paciente y la del profesional están más conectadas de lo que parece”, señala la Dra. Vargas. “Cuando el entorno es saludable para ambos, se produce algo muy poderoso, diría que casi mágico: confianza, compromiso y bienestar compartido”, asegura.

Esta es una de las claves de la Odontología Slow de Clínicas W, donde la metodología también da paso a equipos más estables, agendas estructuradas y mayor estabilidad emocional para que el control del tiempo beneficie tanto al profesional como los pacientes. “Nos centramos en la persona que tenemos delante, y eso se nota desde la recepción hasta el último paso, que va más allá del propio tratamiento”, concluye el Dr. Miranda. Porque cuidar una sonrisa es mucho más que revisar una boca. Es escuchar, acompañar y generar una relación de largo plazo basada en el respeto y el cuidado mutuo. Y en eso, Clínicas W no tiene prisa.

Etiquetas
Cargando siguiente contenido...