Once días después de que un grupo de excursionistas del Club Alpí Palamós i Sant Joan encontrara el cadáver de Esteve Carbonell, después de coronar el pico Rulhe, de 2.783 metros, en la vertiente francesa de los Pirineos, hoy ha trascendido el hallazgo por parte de un equipo de la Gendarmería del cuerpo de otra persona que podría ser el de la manresana Txell Fusté, según ha adelantado esta tarde Regió7 citando fuentes de la familia. Fusté, de 52 años, y Carbonell, de 47, desaparecieron el pasado 7 de diciembre en dicha montaña, una jornada en la que asomó el torb, el temido fenómeno meteorológico que combina un fuerte viento, nieve y nula visibilidad.
Con el deshielo, los agentes de la Gendarmería intensificaron hace unas semanas la búsqueda de la pareja, aunque fueron los excursionistas de Palamós los que descubrieron el primer cuerpo. El cadáver de Txel Fusté se encontraba en la vertiente norte del Rulhe, cerca de la cumbre, según Regió7. También familiares y amigos de los desaparecidos se desplazaron este mes de junio a la zona en busca de sus seres queridos.

Desde este punto los excursionistas del Club Alpí Palamós divisaron el cuerpo hallado el día 1 de junio
Tal como explicó Jesús Correa a La Vanguardia, miembro del Club Alpí Palamós, a las 12:30 del pasado día 1 divisaron el cuerpo de una persona a un centenar de metros por debajo de la cima. “El cuerpo estaba de lado, llevaba una mochila en la espalda con el casco azul enganchado y los guantes también colgados, la ropa estaba desgarrada y no llevaba crampones. Seguimos buscando por la zona, pero solo hallamos unos metros más arriba un palo”, detalló Correa. El segundo cadáver se ha localizado cerca del primero, al que practicaron hace unos días la autopsia. A la espera de la confirmación oficial, todo hace suponer que este caso podrá cerrarse seis meses después de que se perdiera la pista de la pareja catalana, experimentados montañeros.