Tras los momentos de tensión vividos ayer con algunos vecinos en su visita a los pueblos arrasados por las riadas del viernes, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha vuelto a reconocer el “derecho a enfadarse” de los vecinos afectados al tiempo que justificaba su demora de tres días en acudir a la zona: “estaba en una boda a mil kilómetros de Aragón y no tengo un Falcon para volver”, señaló en una entrevista en el programa ‘Espejo Público’.
Durante su paseo de ayer por pueblos como Azuara, algunos vecinos le increparon airados por los tres días de tardanza en visitar la zona al tiempo que le exigían mayor colaboración de las instituciones. “No sonrías y ayuda”, se ve cómo le grita uno de ellos a escasa distancia.
El barón popular asegura comprender estas críticas porque son personas que “después de haber perdido su casa o sus enseres tienen derecho a enfadarse” y sostiene que “lo que tenemos que hacer los políticos es dar la cara y no salir corriendo”.
Según dijo, el Ejecutivo aragonés tiene ahora mismo 200 personas trabajando en el terreno para facilitar la vuelta a la normalidad, y planea aprobar en el Consejo de Gobierno del viernes un paquete de ayudas “millonario” para los afectados.
Asimismo, ha querido diferenciar lo ocurrido en su región con la tragedia de Valencia porque considera que “comparar ambos hechos es un insulto a los valencianos, porque allí murieron más de 200 personas”.
Mientras, en la zona afectada prosiguen su lucha contra el barro. Después de que ayer tarde el Gobierno aragonés elevara al nivel 2 el nivel de emergencia, hoy más de un centenar de agentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han comenzado ya los trabajos de limpieza y retirada de escombros sobre el terreno anegado.

El delegado del Gobierno en Aragón se ha desplazado este martes hasta las localidades afectadas por las inundaciones, donde ya interviene la UME.
En total, son 118 los militares que se han distribuido por la zona de la comarca Campo de Belchite, entre las localidades de Letux y Azuara: 110 pertenecen al batallón número 4 de Zaragoza y 8 han sido trasladados desde Valencia. Este último municipio, el más afectado por las inundaciones, ha recibido un total de cuarenta agentes.
También la UME se está encargando de acordonar ciertas infraestructuras, como el pabellón municipal, cuyas condiciones pudieran comportar un riesgo público. Los siguientes trabajos, así, pasarán por la limpieza del alcantarillado y el uso de mangueras, que por ahora no pueden utilizarse hasta que el terreno no esté vacío de escombros.
Junto a ellos, un grupo continuo de voluntarios, tanto vecinos como personas provenientes de otros puntos de Aragón o España, siguen siendo mayoría en esta zona de Azuara, donde el agua llegó hasta los tres metros en varios bajos de la localidad.