El tono es siempre sereno, pero las palabras son tajantes. León XIV empieza a marcar su pontificado y lo hace también hablando del medio ambiente, en una misa “ecologista” en la que invocó la conversión de los negacionistas del cambio climático. Quizá en la mirada del Papa aún resuenan las imágenes de las últimas devastaciones en Estados Unidos, con la tragedia de las inundaciones en Texas, que han causado más de un centenar de víctimas mortales.
En una misa celebrada el pasado 9 de julio en los jardines de Castel Gandolfo, la residencia donde se ha retirado por unos días de descanso, el Papa centró su mensaje en “el cuidado de la creación” y en la homilía, pronunciada en gran parte de forma improvisada, lanzó un mensaje de extrema claridad: el mundo “arde tanto por el calentamiento global como por los conflictos armados”, y la “misión de los cristianos es custodiar la creación, llevarle paz y reconciliación”. La invitación es a tomar partido “incluso cuando exige la valentía de oponernos al poder destructivo de los príncipes de este mundo”.
El Vaticano estrena un papamóvil eléctrico que puede desmontarse y viajar con el Papa
Robert Francis Prevost habló también de la “conversión de tantas personas, dentro y fuera de la Iglesia, que todavía no reconocen la urgencia de cuidar la casa común”, marcada por “tantos desastres naturales” que “en gran parte o al menos en parte” son provocados por los “excesos del ser humano”. La misa verde de Prevost siguió un nuevo formulario litúrgico, es decir, un conjunto específico de textos para la celebración eucarística. Y el Papa quiso ser el primero en presidir una liturgia de este tipo.
La Iglesia mide cuidadosamente la carga simbólica de sus gestos, por eso la fecha y el lugar de esta celebración no son detalles menores. Se cumplen diez años de la encíclica “ecologista” de Jorge Mario Bergoglio, titulada Laudato si.
El mismo nombre que se dio a la granja creada por impulso del papa Francisco, quien, aunque nunca utilizó el palacio de veraneo papal, la eligió para poner en práctica sus principios ecológicos.
León XIV la ha definido como un “laboratorio en el que vivir esa armonía con la creación que para nosotros es sanación y reconciliación, elaborando nuevas y eficaces formas de custodiar la naturaleza que se nos ha confiado”.
“Nuestra misión de custodiar la creación, de llevarle paz y reconciliación, es la misma misión: la misión que el Señor nos ha confiado —dijo el Papa en el pasaje central de la homilía—. Nosotros escuchamos el grito de la tierra, escuchamos el grito de los pobres, porque ese grito ha llegado al corazón de Dios. Nuestra indignación es su indignación, nuestro trabajo es su trabajo”.
La Iglesia mide cuidadosamente la carga simbólica de sus gestos
Y para dar un pequeño ejemplo, el parque móvil del Vaticano se ha dotado de dos vehículos eléctricos que, al poder desmontarse y volver a montarse, el Pontífice podrá llevar consigo en sus viajes.
El papamóvil eléctrico fue entregado directamente a Prevost por los fundadores de la empresa Exelentia, Domenico y Giovanni Zappia, durante un encuentro privado que tuvo lugar el pasado 3 de julio en las Villas Pontificias de Castel Gandolfo.
La iniciativa partió de la Gendarmería vaticana, que validó cada fase del proyecto para garantizar que se cumplieran todos los requisitos: vehículos compactos y manejables, especialmente para moverse por espacios estrechos o recorridos muy concurridos.
