La redes sociales se han vuelto un arma de doble filo también para los activistas climáticos y otros defensores del medio ambiente. Las diferentes plataformas de internet eran (y son) uno de principales canales de comunicación utilizados por entidades y dirigentes conservacionistas en todo el mundo para difundir sus iniciativas. Pero la persecución y estigmatización hacia estas personas se ha intensificado en estos últimos años. Destacados dirigentes o portavoces del movimiento a favor de la justicia climática o significados voluntarios en campañas para defender los recursos naturales del planeta sufren ataques para intentar neutralizar su influencia. Acoso, hostigamiento, difusión de información confidencial o ciberataques son algunas de las armas tóxicas que buscan desarticular el movimiento ecologista.
Todo esto está recogido en un informe de la organización británica Global Witness, que ha contado con la participación de más de 200 defensores de medio ambiente encuestados en seis continentes. Esta oenegé informa cada dos años sobre los ataques que sufren estos “defensores del planeta” y cuyas campañas se ven contrarrestadas ahora con lo peor que pueden ofrecer las redes sociales. Facebook es la plataforma más utilizada para acosar a los activistas climáticas, seguidas de X (antiguamente Twitter, WhatsApp, mientras que la cuarta posición es para Instagram. Ésta es la primera investigación de este tipo.
“El acoso en redes nos ha afectado. En ocasiones nos ha desanimado y nos ha hecho sentir inseguros”
El acoso en las redes sociales es algo común entre los defensores del medio ambiente y esta persecución es algo que con frecuencia se traduce también en hostigamiento fuera de los canales de internet. El resultado es que no solo se ve perjudica la vida y el bienestar de estas personas, sino que esto tiene también un efecto disuasorio sobre el conjunto del movimiento climático.
El 63% de estas personas dice temer por su seguridad
Muchas de los entrevistados reaccionan con una mezcla de indignación y rabia ante estos ataques, y se dan casos de personas que tiran la toalla y deciden abandonar de su activismo para llevar una vida más tranquila.
La situación es tan grave que el 92% de los defensores del medio ambiente que respondieron a la encuesta afirman haber sufrido algún tipo de abuso o acoso en redes como resultado de su trabajo.
El 63% de estas personas dice temer por su seguridad, y el 45% cree que todo esto hace bajar su productividad laboral. Ese acoso se produce además (en el 82% de los casos) en más de una red.
Un responsable de las redes sociales de Extinction Rebellion en Dinamarca (cuya identidad es Fano) explica la dura experiencia de conducir las transmisiones en directo de sus protestas cívicas mientras supervisaba su página de Facebook. “En más de una ocasión, nos han enviado amenazas durante estas transmisiones en directo. Algunas eran tan preocupantes que hice captura de pantalla para denunciarlas. Han dicho cosas como: ‘Si yo estuviera allí, te atropellaría con mi coche’ o ‘Por eso tengo una escopeta’”.
Las prácticas más deplorables utilizadas
Entre las prácticas más deplorables utilizadas se encuentra también la revelación pública de información privada sin consentimiento, con lo que se busca la intimidación de estas personas o provocar el robo de identidad o causar daños físicos. Ciberataques (obtener acceso no autorizado a sistemas informáticos), phishing (engañar a alguien para que revele información confidencial), el envío de software malicioso como virus o el hackeo o filtración de datos son otros procedimientos más o menos velados de intimidación más.
“El acoso en redes nos ha afectado significativamente. En ocasiones nos ha desanimado y nos ha hecho sentir inseguros. Nuestro trabajo se siente muy en peligro y hemos temido por nuestras vidas”, dice Warom, un activista en la cuenca del Congo. “Incluso me han amenazado con golpearme y matarme. También he recibido mensajes anónimos que dicen cosas como: ‘La próxima vez que te vea en la calle, usaré mi auto para atropellarte’”, se confiesa Jörg, de Alemania.
Las plataformas digitales deberían hacer más para garantizar su seguridad
El 91% de los defensores que respondieron a la encuesta creen que las plataformas digitales deberían hacer más para garantizar su seguridad y la de sus comunidades locales La encuesta reveló que solo el 12 % de los defensores que denunciaron esos abusos de las plataformas se mostraron satisfechos de las respuestas obtenidos por sus quejas.
Otro patrón observado es que quienes denuncian haber sufrido estos abusos también lo padecen en el mundo real, y de lo cual salen perjudicados amigos y familiares. El 75% de quienes respondieron a la encuesta afirman haber sufrido directa o indirectamente esas consecuencias fuera de las redes. La proporción es mayor (84%) en África, América Latina y Asia.
“Sobre la base de estos datos, Meta tiene una gran responsabilidad a la hora de encontrar maneras de abordar los daños en redes que sufren los defensores”, concluye el informe. Los encuestados instan a las plataformas a asumir su responsabilidad a la hora de garantizar la seguridad de los usuarios.
Mark Zuckerberg ya avisó: debilitar el movimiento de la justicia climática
A principios de este año, el director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, anunció cambios en las directrices de sus plataformas y admitió que los estándares de moderación de sus contenidos se reducirían. Que sería más laxo en la detección de contenidos inapropiados. El informe de Global Witness da cuenta de cómo en nombre de la libertad de información se puede debilitar el movimiento a favor de la justicia climática. En muchos casos, las personas denigradas presentaron denuncias a las plataformas, pero las respuestas son muy decepcionantes.
En Europa, 18 de los 25 encuestados europeos (72%) afirman haber recibido al menos alguna respuesta, pero en África solo la obtuvieron nueve de los 18 encuestados (50%).
Indagaciones previas de Global Witnesss demostraron que Facebook tiene una capacidad muy deficiente para detectar el discurso de odio en Etiopía, Kenia, Sudáfrica y Myanmar. En África y Asia los defensores del medio ambiente muestran más temor por su seguridad que en otras regiones.
En su informe de 2024, Global Witness desveló que 196 personas en todo el mundo fueron asesinadas en litigios ambientales (minería, deforestación o extracción de de recursos naturales).