El Parlament ha propuesto que el Gobierno negocie con el Estado un régimen transitorio que permita que los funcionarios de la Generalitat puedan ejercer de examinadores en las pruebas prácticas del permiso de conducir.
Así lo propone este jueves una moción de Junts, que defiende que de esta manera se podrán “reducir las listas actuales de espera” y “dar respuesta a la demanda existente”. La propuesta ha sido aprobada por 66 votos a favor (Junts, ERC, Comuns, CUP-DT y AC), 25 en contra (PPC i Vox) y 41 abstenciones (PSC-Units).
Aunque la plantilla de examinadores de Tráfico está cubierta al 98%, siguen faltando profesionales para atender la avalancha creciente de personas que quieren sacarse el carnet de conducir.
Faltan profesionales para atender la avalancha creciente de personas que quieren sacarse el permiso
Cada mes, alrededor de 8.000 aspirantes más se suman a la lista de espera respecto al mes anterior, multiplicando la demanda y tensando un sistema ya saturado de por sí, según fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT).
El punto aprobado reclama que los funcionarios puedan hacerse cargo de la vigilancia y gestión de las pruebas teóricas, liberando así de esta tarea al personal examinador de la Dirección General de Tráfico. Además, la cámara ha pedido al ejecutivo que garantice el derecho de hacer los exámenes teóricos y prácticos en catalán “en todo momento”.
La plantilla de examinadores está compuesta por 900 profesionales. Esta cifra se aprobó cuando España tenía 40 millones de habitantes, pero hoy no parece ser suficiente para los 50 millones que tiene actualmente.
Requisitos para ser examinador
El acceso para convertirse en examinador de Tráfico se realiza mediante una oposición convocada por la DGT. Se requiere haber cumplido, como mínimo, los 23 años, y estar en posesión del carnet de conducir B (el de coche) desde hace más de tres años y, también con el A2, el C o el D. Asimismo se requiere el título de Bachillerato o su equivalente. El proceso selectivo consta de dos ejercicios eliminatorios: el primero es un test compuesto por 100 preguntas; el segundo es un examen de conducción en vías abiertas al tráfico.


