Emanciparse nunca fue tarea fácil, pero para la mayoría de los jóvenes de hoy es una misión casi imposible. Con el precio medio del alquiler en máximos históricos (1.080 euros mensuales) y unos salarios que no crecen tanto, vivir solo supone tener que dedicar más del 92% del sueldo a pagar esa renta, y al menos el 35% si se opta por apañarse con una habitación en un piso compartido.
Pero es que, además, aunque el desempleo juvenil ha bajado al 19%, entre los menores de 25 años todavía es del 25%, y más de un tercio de los que trabajan compagina empleo con estudios, lo que repercute en sus ingresos. De hecho, uno de cada cinco jóvenes está en riesgo de pobreza y exclusión social a pesar estar trabajando.

Un grupo de jóvenes espera para hacer una entrevista de trabajo
Ese es el escenario que describe el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud en España (correspondiente al segundo semestre de 2024) y que explica, en gran medida, por qué sólo el 15,2% de los menores de 30 años vive fuera del hogar familiar.
Es el peor dato de emancipación para un segundo semestre desde que existen registros, y sitúa la tasa de emancipación 11 puntos porcentuales por debajo del máximo registrado antes de la gran recesión de 2008 y 3,5 puntos por debajo del nivel prepandemia.
Cabe pensar que una parte importante de esos jóvenes no se va de casa porque aún está estudiando y los mantienen sus padres, pero la tasa de emancipación apenas supera el 26% entre los que ya tienen empleo.
Comprar una vivienda exige dedicar el salario íntegro durante 14 años
Porque si los alquileres están caros, la compra de vivienda tampoco está a su alcance: tomando como referencia el precio medio de compraventa, un joven debería dedicar todo su salario durante 14 años para poder acceder a una propiedad.
Por eso, prácticamente seis de cada diez jóvenes emancipados son inquilinos, y prácticamente la mitad de ellos comparte piso. Sólo un 19,7% de los jóvenes emancipados vive solo.
De todos modos, el informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud en España también constata que ha diferencias significativas en función de la comunidad autónoma donde residen. A finales de 2024, la Comunidad de Madrid y Catalunya presentaban las tasas de emancipación juvenil más alta (17,9% y 17,6%, respectivamente) mientras que Castilla-La Mancha y Andalucía registraban las cifras más bajas (10,6% y 12%, respectivamente).
No obstante, si se compara con un año antes, Catalunya es, junto con las Islas Canarias, la comunidad donde más ha disminuido la emancipación juvenil.
Los jóvenes que ni estudian ni trabajan son menos del 3%, frente a más del 35% que compagina ambas cosas
Los datos recabados por el Consejo de la Juventud de España desmontan también la imagen de una juventud pasiva, que ni estudia ni trabaja. “Menos del 3% de los jóvenes están en esa situación, frente a un 35,5% que compagina estudios y trabajo”, enfatizan el informe.
Desde el Consejo critican que las administraciones no hagan nada mientras los jóvenes ven como empeoran sus condiciones de vida, cómo unas pocas personas se lucran con el negocio de la vivienda mientras ellos no tienen acceso a ella, a un espacio mínimo y seguro para poder desarrollarse.
Y recuerdan el impacto que tiene para la salud mental, en términos de ansiedad, depresión y estrés, el vivir con la incertidumbre que conllevan los empleos precarios, las viviendas inadecuadas y el miedo a no llegar a fin de mes.