La Luna y Marte se acercan

La carrera espacial

La nave Starship de Elon Musk sale airosa de su décimo test tras acumular fracasos

La Starship inicia el despegue desde la Starbase de Texas de SpaceX

La Starship inicia el despegue desde la Starbase de Texas de SpaceX 

Eric Gay / AP

Elon Musk está obsesionado con el planeta rojo. “Si no llegamos a Marte, la vida en la Tierra se extinguirá”, repitió estos días a la espera del décimo lanzamiento experimental de su gigantesco cohete y nave espacial Starship.

Hoy Marte sigue muy lejos, pero un poco más cerca, y el regreso a la Luna –misión puesta en el calendario para el 2027– parece más asequible. SpaceX, la empresa aeroespacial de Musk, lanzó este martes, con dos días de retraso, su Starship. Logró un remarcable éxito, aparcando tres decepciones consecutivas que habían creado enorme desconfianza.

Tras dos días de espera, el cohete despegó, liberó ocho maquetas de satélites y sus dos partes regresaron

SpaceX, la empresa de Musk, puso en órbita su Starship con dos días de retraso, pero el test logró un remarcable éxito. La culminación de esta prueba alivió tanto a la NASA como a la empresa y permite recuperar las esperanzas a Musk de que no solo llevará astronautas a la Luna, sino que podrá trasladar personas a Marte.

La nave hizo la reentrada, tras desplegar ocho prototipos ficticios de satélites Starlink, y cayó en el océano Índico. El propulsor hizo lo propio en el golfo de México, cerca de la costa de Texas donde está la base.

Los expertos consideraron que este test pone de nuevo a la compañía en la buena senda. Sean Duffy, administrador interino de la agencia espacial estadounidense, expresó en las redes su felicitación y sostuvo que “este es un gran día”.

Cuando menos y por ahora, este vuelo silencia a algunos críticos de Musk, quienes expresaron el convencimiento de que su proyecto sufría graves fallos de ingeniería.

El lanzamiento de la Starship visto desde tierra

El lanzamiento de la Starship visto desde tierra 

Steve Nesius/ Reuters

Este es el último desarrollo en la próxima generación de cohetes de SpaceX y no ha estado exento de contratiempos.

La puesta en órbita del súper pesado propulsor (70,7 metros) y su nave espacial de 52 metros en la parte superior, con la aportación de 33 motores, se veía como una misión clave para poner a prueba las mejoras correctivas para superar los tres fallos previos anteriores.

El éxito de la misión debe ayudar a restaurar la confianza en este cohete en medio de la creciente preocupación de que una variantes del módulo de aterrizaje lunar, que se está construyendo para la NASA, podría no perfeccionarse a tiempo de cara al alunizaje tripulado previsto para el 2027, posiblemente no antes de que China tenga su propio proyecto pilotado. El regreso a la Luna, desde el Apolo 12, en diciembre de 1972, resulta más complicado de lo pensado.

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Así que este décimo examen tenía una importancia muy relevante para Musk, su SpaceX y la NASA. A corto plazo, la meta era demostrar que su ingenio volaba de nuevo. Y también era un momento muy crítico para la agencia espacial que necesita la Starship para volver a poner astronautas en la Luna.

Según los expertos, lo que estaba en juego era el logro más elevado hasta ahora en un lanzamiento de la Starship, si bien consideraron que no era todavía un momento definitivo. En caso de fracaso, aún tendrían más tiempo para insistir y mejorar, pero se quedaba sin margen, reiteraron los analistas.

Starship es el cohete más grande y poderoso jamás construido. Para hacer el proyecto todavía más ambicioso, Musk dice que será totalmente reutilizable, con las dos etapas de regreso al sitio del lanzamiento. El propulsor, como ya se había visto en algunos experimentos, puede ser cazado por unos enormes brazos mecánicos.

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En caso de que SpaceX consiga hacer realidad esta propuesta, Starship revolucionará la industria del espacio, permitiendo el lanzamiento de cargas útiles más grandes y pesadas a un coste mucho menor.

En el contexto de este último lanzamiento hay dos fallos en las pruebas de Starship al inicio del vuelo, otro en el espacio durante su noveno test y una explosión masiva en un banco de pruebas el pasado junio, que envió escombros al cercano territorio de México. Todo esto ha puesto en jaque el enfoque del desarrollo de pruebas de SpaceX. Los reveses subrayan la complejidad técnica de las últimas pruebas.

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