Scott Jacqmein, de 52 años y vecino de Dallas (Texas), se halla en una rara situación, que solo se entiende en estos tiempos modernos.
Existen muchos casos en la cultura popular tradicional en los que se plantean cuestiones existenciales. Shakespeare ya dio fama a la expresión “ser o no ser” que Jacqmein, sus amigos y conocidos se plantean.
Una agencia externa le fichó por 750 dólares y un viaje a California, mientras TikTok gana millones con imagen
Hay más situaciones, si bien a este vecino texano le pueden resultar desconocidas (solo ha de consultar YouTube), que inciden en esas dudas personales.
“¿Y cómo es él?”, planteaba en unos de sus ripios José Luis Perales. Mocedades tenía un tono más de señalar con el dedo al interpretar su Eres tú , aunque, versionando a Mari Trini, respondería “ese no soy yo”.
Y esto es lo que le ocurre a Jacqmein, que tiene claro que ese que le está dando fama en su círculo de relaciones no es él, a pesar de lo que digan.

La 'réplica' digital, sin barba, del actor de Texas promocionando un producto comercial.
De un tiempo a esta parte recibe mensajes en los que esos amigos y conocidos están más que convencidos de haberlo visto, de pronto, anunciando todo tipo de negocios en TikTok, donde, cada vez más, en otra señal de los tiempos modernos, ocurre la realidad. Igual promociona cotizaciones de seguros, que una aplicación de horóscopos o de rompecabezas y acertijos, en las que incluso se expresa en un castellano fluido.
Si bien el de los anuncios se le parece, él no habla la lengua de Cervantes y, además, ese otro ha perdido su barba característica y la voz y los gestos parecen algo forzados si se comparan.
Está en lo cierto: ese no es él. Jacqmein vendió su imagen y ahora su avatar, generado por inteligencia artificial (IA), se ha convertido en agente comercial en la red más visionada. Su problema es que no tiene control sobre lo que promociona, siempre que se cumplas las normas impuestas por TikTok. Su avatar campa a sus anchas, cosa que a veces lamenta el original.
Tal vez no esté lejos en que sea posible plantearse quien es el real y quien es el imaginario. Esta es la idea de fondo que llevó a los escritores y actores de Hollywood a protagonizar una larga huelga en el 2023.
Sus remuneraciones bajan, en tanto que los productos generados por la IA, a partir de sus trabajos, se expanden y les sustituyen en el cine o la televisión.
“Definitivamente no estoy en contra de la IA y tampoco contra TikTok”, declaró Jacqmein al The New York Times , medio al que explicó que ha estado tratando de construir su carrera actoral y trabajar con esa plataforma puede ser de ayuda. “Pero en verdad no sabes las derivadas de todo esto”, lamentó.
Después de una trayectoria de 24 años de ejercicio en enfermería, Jacqmein buscó abrirse paso en el mundo de la interpretación. Por su colaboración con la red social recibió 750 dólares y un viaje a la bahía de California para hacer el trabajo. Desarrolló su tarea con una agencia externa. Entonces le explicaron que estaban recopilando imágenes para avatares que se usarían en TikTok durante un año.
Jacqmein, como otros, sostuvo que la agencia no les comunicó que esos otros yo aparecerían en otras plataformas de ByteDance, empresa china propietaria de TikTok, como esas otras aplicaciones en las que le han editado su estampa. Pero a él le pareció una tierra prometida aceptar el trato.
Jacqmein sostiene que la agencia no les dijo que sus otros 'yo' aparecerían en otras plataformas de ByteDance
Es lo que se denomina el chocolate del loro. Al margen del uso sin ningún tipo de freno, las apariciones de su avatar no le permiten cobrar royalties, esos pagos periódicos que también denunciaron los actores de Hollywood, cuando diferentes negocios recurren a sus suplantaciones. Así es la bienvenida al mutante territorio de la publicidad en la época de la inteligencia artificial generativa.
TikTok introdujo en el 2024 un álbum de avatares de IA para protagonizar anuncios de vídeo que aparecen sin problemas en las aplicaciones que alimentan sin pausa. El replicante de Jacqmein es uno más de la docena que los anunciantes en esta red pueden elegir para vender sus productos, en función de la edad, el género o la etnicidad en función de lo que les guste de cara a su mercado.
TikTok introdujo en el 2024 un álbum de avatares de IA para protagonizar anuncios de vídeo que aparecen en las aplicaciones
Como reconocen los protagonistas, esto coloca a los actores en un terreno inexplorado y frustrante, obligándolos a afrontar la pérdida de control sobre su imagen y, de paso, de su personalidad e ideas.
A partir de remuneraciones más bien escasas, TikTok consigue unos tratos más que lucrativos. Se estima que ByteDance genera más de 10.000 millones de dólares en ingresos publicitarios al año en EE.UU.
Y mientras tanto, Jacqmein sigue planteándose quién es él.