El juez de guardia en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) ha enviado a prisión a 17 de los 251 ocupantes del cayuco rescatado el 25 de agosto después de que murieran alredededor de 70 personas de la embarcación, algunas de ellas posiblemente arrojadas vivas por la borda.
El magistrado ha tomado esa decisión tras escuchar este viernes no solo a los detenidos por la Policía -16 senegaleses y un gambiano-, sino también a cuatro supervivientes del cayuco que han aportado como testigos protegidos un relato “durísimo”, que describe episodios de violencia extrema, con palizas y varias personas arrojadas vivas por la borda, han indicado a EFE fuentes judiciales.

Algunos de los inmigrantes llegaron exhaustos
Los detenidos se enfrentan a la acusación habitual de delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros (favorecer la inmigración irregular como patrones del cayuco), con el añadido en este caso de delitos de lesiones y delitos contra la vida.
Las fuentes han precisado que se trata de una calificación genérica que probablemente se transforme en cargos por homicidio doloso (voluntario) o asesinato (con alevosía) conforme avance la investigación y se escuche a más supervivientes de la tragedia.

Desembarco de uno de los inmigrantes rescatados, en grave estado de salud
Se estima que alrededor de 70 inmigrantes fallecieron en la embarcación, rescatada por Salvamento Marítimo tras ser avistada por un mercante el domingo 24 de agosto a 429 kilómetros de Canarias, al oeste de Dajla (Sahara Occidental). Salvamento Marítimo decidió enviar un barco desde Gran Canaria para ayudarlos en vista de que Marruecos, que comparte con España la responsabilidad de rescate en esas aguas, había informado de que no tenía medios disponibles para atender esa emergencia.
Al puerto de Arguineguín llegaron vivas 251 personas, que aseguraron que llevaban unos once días en el océano, buen parte de ellos a la deriva, después de que se les averiase el motor. Los supervivientes explicaron que varias decenas de compañeros murieron de hambre y sed y otros se arrojaron al mar tras dar síntomas de estar delirando por la deshidratación. Sin embargo, esas mismas fuentes explicaron que un número aún no precisado de personas fueron ejecutadas a propósito, arrojándolas al mar.