El pedagogo Vicenç Yll Escot ha creado un ChatGPT educativo para ayudar a los profesores a sumergirse en el nuevo escenario de las inteligencias artificiales. La start-up Megaprofes, nacida en Barcelona en el 2023, cuenta con 700.000 clientes que acceden de forma gratuita y 190.000 premium. Yll cree que las IA son aliadas para dar buenas clases, que hay que aceptar el nuevo mundo que viene y gestionarlo con criterios éticos. El profesor sigue siendo la clave de algo tan humano como educar.
¿Cuál es la situación actual?
Los alumnos utilizan mucho las IA sin control por parte del profesor. Y éste tiene la sensación de “me están haciendo trampas”. ¡Esto es lo peor, la pérdida de confianza!
¿Cómo enfrenan los chatbots los profesores?
Todavía hay muchos que se ponen de perfil, como si no fuera con ellos, como si ya fuera posible seguir dando clase como siempre. Hay otros muy motivados que lo están introduciendo en sus clases por convicción o porque son creativos y estos son muy importantes porque arrastran a los demás. Luego está el tema de gestión. Donde antes tardaban 8 horas para diseñar una “situación de aprendizaje” ahora son minutos. Piense que la clase es la punta de iceberg de mucho trabajo de preparación previo.
Ponga un ejemplo.
Eres un profesor y llevas 15 años explicando el ciclo del agua igual, con los mismos ejemplos. Ahora le puedes decir dame una forma más creativa. Un vídeo en el que se vean los Pirineos lloviendo y se recree el proceso. Y quiero también un podcast porque tengo un alumno invidente. Y un chatbot experto en ciencias naturales al que podrán preguntar en cualquier momento. O una propuesta para que preparen los alumnos el tema y el profesor lo pueda evaluar. Este tipo de cosas, que forman parte de un proceso de aprendizaje de un ciudadano que dentro de diez años va a usar estas herramientas y otras muchas, casi hablando y sin teclear, porque esta es la realidad que nos vamos a encontrar, pues lo vaya haciendo de una manera más controlada por el profesor.
Las situaciones de aprendizaje como esta son las que se piden en las oposiciones a maestros.
Efectivamente, una situación de aprendizaje puede llevar de ocho a diez horas de preparación. Una IA no tarda nada. Este es un ejemplo de que ya no se puede evaluar como siempre. Luego lo tienen que defender en un tribunal, claro, pero ¿qué sentido tiene que lo haga una máquina?
Y las IA, ¿lo hacen impecable?
No, hay que revisarlo siempre. Puede equivocarse, puede que pongan ejercicios para niños de mayor edad, por ejemplo. La revisión humana es muy importante. Tú eres el que sabe cómo son tus alumnos, el que tiene claro a dónde quieres llegar con ellos. Aquí existe el riesgo muy humano de revisarlo de forma superficial y que se pasen por alto errores. Es mejor corregirlo con cuidado y que lo revise también un compañero de departamento, que lo validen entre los dos.
Ponga otro ejemplo.
Tú puedes hablar y preguntarle a Einstein o a Gaudí o a Lola Flores. A Einstein le puedes preguntar cómo explicarías a un niño de ocho años la teoría de la relatividad. Pitágoras, Aristóteles y Platón también pueden responderte. Dile a Góngora que te cuente la situación política en que vivió. Las posibilidades son muchas.
¿No es retorcer la realidad? Porque al final, eso no es una conversación real.
No, claro. Es un juego y esto tiene que quedar clarísimo. Pero los chavales aprenden muchísimo.
¿Qué otros ejemplos son posibles con las IA?
El uso de los medios de comunicación. Yo cada vez que veo una noticia pienso, wow, esto es un vídeo didáctico brutal para explicar un proceso. La IA es capaz de generarte recursos en un momento. De hecho, yo siempre he pensado que se utilizan poco los diarios o los medios de comunicación para explicar a los alumnos lo que sucede en el mundo. Y eso es una de las cosas que muchos sienten que les falta en la educación, que les falta la conexión con la realidad.
Los expertos indican que, mal usada, podría haber riesgos de pérdida de conocimientos esenciales en el pensamiento analítico.
Cuando empiezas a usar la IA como herramienta finalista, para hacer deberes, sin hacer el proceso de aprender, cedes una parte importante, de repente es como ponerte en una silla de ruedas con motor y empezar a circular y tú sabes caminar.
Hemos cedido el sentido de la orientación a los GPS.
Hay que preguntarse por qué. Es diferente que tú sepas que hay una herramienta que te puede impulsar y que tú la usas para descubrir zonas que no habías visto. O que te ayude a estudiar.
Hay una herramienta que tiene Google gratuita, muy usada por los opositores de cualquier tema porque subes todo lo que debes estudiar y te genera una guía de estudios, con un horario, un calendario y recursos en forma de podcast, vídeos, mapas mentales, que además tú los puedes modificar, los puedes seguir haciendo tuyos. Y te pregunta en función de los objetivos. El que pone los codos eres tú.
Al final, ¿Cuál es el reto?
El gran reto es empezar por formar a nuestros cuerpos de profesorados y de docentes en qué es la IA, sobre todo la IA generativa, que es la que está más en tendencia, y cómo ellos pueden empezar a tener un marco de trabajo donde la pueden implementar y pueden hacer que los procesos de aprendizaje se puedan incluso acelerar y personalizar. Bien usada es una herramienta muy poderosa que va a cambiar, ya está cambiando, el paradigma educativo que nos encontramos.
¿Las IA van ahondar las diferencias entre escuelas públicas y privadas?
La privada tiene unos presupuestos propios y pueden tomar decisiones en caliente, de manera más rápida. En cambio, la pública, que se adhiere a todo el sistema educativo de cada administración, que además está diversificada en las comunidades autónomas, etc., se encuentra en que una vez han empezado el curso, hay unas reglas académicas y la IA generativa da una velocidad que en nueve meses lo que había ya no tiene nada que ver con lo que hay. Empieza el curso en septiembre y en noviembre sale una herramienta que les puede ayudar a hacer planes individualizados, siguiendo el reglamento, etc., y no la pueden usar porque el departamento, hasta el próximo curso, no lo va a mirar.
¿Tanta necesidad de implementarlo con rapidez hay?
El tiempo para un profesor es muy importante. Volvamos a la situación de aprendizaje. Si la tienes en veinte minutos y te la revisas en media horita, en una hora, puedes tener diez horas de antes para dedicar a mejorar la clase, para tutorías... En matemáticas, por ejemplo, se ha avanzado mucho desde principio de año, cuando apareció GPT-4, el 3Mini, etcétera. Ahora funcionan muy bien los generadores de fórmulas.
¿Desaparecerán los maestros?
No, los docentes son claves en el proceso de aprendizaje de los alumnos. Un profesor no solo transmite conocimientos, acompaña en el proceso y educa al alumno como persona. Pero la tecnología ayuda. Ayuda por ejemplo a mantener varias velocidades de aprendizaje en una misma aula. Y puede ayudar a los más pobres. La llegada de YouTube primero y ahora la IA permite que un profesor de África o Latinoamérica, con muy poquitos recursos, solo con una conexión a internet, pueda generar mucho contenido para sus alumnos. Piense que hay maestros en medios rurales que pagan de sus bolsillos IA para acceder a estas posibilidades.
Pero sí cambia su rol
Hay un ejercicio de humildad. Ya no eres el que más sabe. La nueva generación viene acompañada de un conjunto de tecnologías que tú no tuviste y que le van a permitir estar en una posición más avanzada y más acelerada de la que tú pudiste tener.
¿Hay que abrazar a las IA sin más?
No, el pensamiento crítico es fundamental. El mundo es muy cambiante, muy vertiginoso y con un riesgo de que sea muy igual, muy homogéneo. Las tecnológicas, la mayoría americanas, tienen una mirada neoliberal. Hay que aceptar el nuevo mundo, pero gestionarlo con criterios éticos.
