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Revertir el maltrato de los cuidadores de Alzheimer: “Le quitó el piso y la aisló de la familia”

Todos solidarios

 El Projecte Motor de Alzheimer Catalunya Fundació que impulsa la Fundació La Caixa ya ha tratado un centenar de casos de personas con algún tipo de demencia

Se han topado con situaciones extremas como la de Mercè, que sufrió maltrato psicológico, y también con otras en las que el cuidador es un hijo con una enfermedad mental

La tia de B. (izquierda) sufrió maltrato psicológico de su cuidadora, que le habría quitado 400.000 euros 

Ana Jiménez / Propias

Mercè (nombre ficticio) tiene 92 años y un diagnóstico de Alzheimer. Viuda, sin hijos y con una posición económica desahogada, a la muerte de su marido, quedó al cargo de Matilde, extrabajadora de un supermercado a la que la anciana ofreció que la ayudara en casa. Pero la trabajadora se aprovechó de ella. La aisló de su familia y presuntamente se enriqueció a su costa. Este es uno del centenar de casos con el que se ha topado el Projecte Motor de Alzheimer Catalunya Fundació (impulsado por la Fundación La Caixa). Trabajan para detectar y revertir maltrato a personas con algún tipo de demencia. Por chocante que pueda parecer, en muchas ocasiones se intenta mantener el vínculo con el cuidador autor del maltrato, más cuando una parte importante de casos lo infligen familiares con problemas mentales. En otros, como el de Mercè, no queda otra que cortar el vínculo e iniciar un proceso judicial.

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B. Rodríguez, de 47 años, solo puede dar las gracias a Alzheimer Catalunya y a los servicios sociales porque gracias a ellos su tía está ahora bien atendida en una residencia después de una larga y complicada batalla por lograr que la mujer que supuestamente la cuidaba dejara de tener la potestad de la anciana. Su historia es casi de “película”, cuenta el sobrino a La Vanguardia. La anciana contrató a Matilde después de que se quedara en paro, pero se fue apoderando de la vida de Mercè, especialmente cuando Mercè enviudó. Fue cortando la comunicación con la familia de la anciana, les ocultó y negó el diagnóstico de alzheimer y presuntamente a lo largo de los años ha extraído unos 400.000 euros de la cuenta de la enferma y logró que le donara su piso, asegura su sobrino.

Denuncia penal

Una nonagenaria aislada de su familia y círculo de amigos

Cuando falleció el tío de B., hermano de su abuelo paterno, siguieron manteniendo el contacto con Mercè. Se veían en Navidades y unas cuantas veces al año. La mujer ya entonces tenía la ayuda de Matilde. Y B. empezó a ver cosas que no le cuadraban y despistes de su tía, pero asegura que la cuidadora negaba que hubiera deterioro mental a pesar de que entonces ya tenía diagnóstico de alzheimer. “Nos lo ocultó”, asegura B. Y no solo eso, había hecho poderes a su favor para manejar las cuentas de la anciana bajo el argumento que hacía años que la familia no la visitaba, cosa que B niega. Con la mosca ya detrás de la oreja, fue una cuidadora de noche a la que Matilde había contratado “por 400 euros”, asegura B, la que advirtió que Matilde se aprovechaba de la anciana y la controlaba. Y poco a poco fueron viendo que era real. 

B. recibió la ayuda de Sara Albaladejo y el resto del equipo de Alzheimer Catalunya en el caso de maltrato a su tía 

Ana Jiménez / Propias

Cuando quedaban para visitarla lo cancelaba aduciendo que la anciana no encontraba bien. Fue cortando toda comunicación con su círculo familiar y de amigos hasta el punto que no le permitía salir de casa para que no se encontrara con conocidos, afirma B. También le cambió el número de teléfono. “Nos teníamos que ver a escondidas”, asegura. Cuando constató el aislamiento, las mentiras y el control, B. decidió pedir ayuda a los servicios sociales, que trabajaron con Alzheimer Catalunya para ayudar a Mercè ejerciendo su tutela. Primero contando aún con la colaboración con Matilde. Pero el control que seguía ejerciendo la cuidadora obligó a llevar a la anciana a una residencia para protegerla de su maltratadora, que actualmente tiene vetadas las visitas.

A veces cuesta que el entorno haga el paso de denunciar situaciones de maltrato en los servicios sociales.

Sara Albaladejocoordinadora del área social de lzheimer Catalunya Fundació 

El proyecto Motor de Alzheimer Catalunya Fundació trabaja con personas con todo tipo de demencia, no únicamente Alzheimer. Solo en un 30 % tienen la capacidad de decisión preservada y en el resto había deterioro cognitivo, explica Sara Albaladejo, coordinadora del área social. Albaladejo explica que a veces cuesta que el entorno haga el paso de denunciar situaciones de maltrato en los servicios sociales. Cada vez llegan casos de más complejidad, asegura. Con el Projecte Motors, ya han atendido más de un centenar de situaciones de maltrato. En el 80 % de los que han registrado este 2025 la autora del maltrato era un familiar. La gran mayoría, hijos que acostumbran a tener una enfermedad mental o un problema de adicción, apunta la coordinadora. Vulnerables al cargo de vulnerables. Por eso, en la mayoría de casos, pero especialmente en estos, se trabaja por preservar el vínculo con una motivación restaurativa.

En ocho años Matilde sacó de la cuenta de mi tía 400.000 euros y logró que le donara el piso

B. RodriguezSobrino de una anciana con alzheimer a la que su cuidadora maltrató

En el caso de Mercè no fue posible. Se intentó al principio, cosa que la familia reconoce que inicialmente no comprendió, pero finalmente se decidió cortar dada la actitud de la cuidadora, que ejerció sobre la anciana “maltrato psicológico”, asegura su sobrino. El caso de Mercè llegó a Alzheimer Catalunya a través de una medida cautelar del juzgado, porque en algunas ocasiones el juez nombra de manera cautelar como defensora judicial a la entidad. Es como si la entidad tuviera la tutela de Mercè de manera provisional, algo que no consiguieron hasta 2022. Y aunque se intentó respetar la voluntad de la anciana, que tiene un carácter “afable”, finalmente se decidió su ingreso en una residencia y se prohibió la entrada de los vecinos y de Matilde, contra lo que hay en estos momentos una denuncia penal. La familia intentará recuperar la propiedad, aunque ya les han advertido de la dificultad de lograrlo.

Servicios sociales saturados

Con unos servicios sociales saturados, no existen herramientas para detectar situaciones de maltrato, lamentan desde Alzheimer Catalunya. De ahí la importancia su labor, que trabaja de forma coordinada. Cuando arrancó Motor prácticamente no se detectaba situaciones de maltrato físico, que son las que se ven a primera vista. Pero ahora se da (o se encuentra) en un 49 % de las ocasiones. Lo que da a entender que “el nivel de violencia está aumentando”, avisa. Y trabajan con un objetivo primordial: “mantener la dignidad” de la persona con demencia

La técnica que lidera el proyecto Motor es psicóloga forense, mientras que Albaladejo es trabajadora social. Emplean una metodología que involucra a muchos profesionales y que tiene como objetivo intentar restaurar el vínculo. En los casos en los que el cuidador acaba siendo el hijo con una enfermedad mental, el problema es que no tienen la capacidad ni las habilidades “quieren a su padre o madre, pero no saben hacerlo mejor”, lamenta.

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Hoy Mercè ya está delicada de salud, pero en la residencia disfruta por ejemplo de clases de musicoterapia, que le encanta, cuenta B. Al sobrino le duele el engaño de Matilde y el maltrato psicológico que infringió a su tía más que se quedara con el dinero. Y agradece la labor de la entidad que ayuda a los familiares. Por su parte, la fundación lamenta que socialmente no existan las personas mayores. B. reconoce que tiene el “remordimiento” de no haberse dado antes cuenta de la situación y celebra la diligencia con que se actuó. Y le reconforta que en este tramo final de su vida Mercè esté bien cuidada.