Horizonte ético, voces cosmopolitas

La gala de  los Premios Vanguardia 2025, en imágenes

'La Vanguardia' reunió a un millar de personas representantes del mundo político, empresarial, cultural y social 

La historia de La Vanguardia sobrevuela y enorgullece a quienes trabajamos en este diario, y fue también el pórtico de los Premios Vanguardia 2025. Historia universal, historia de Europa, de España, de Catalunya y de Barcelona -lo dejaban patentes las banderas sobre el escenario, tras la tarima de los oradores-; también historia familiar de la propiedad del diario.

Lo señaló Javier Godó: los galardones de este año tienen un marcado componente europeísta, ya que “se cumplen cuarenta años de la firma del tratado de España a la Unión europea”. En las páginas del rotativo “hemos podido leer la historia del siglo XX”. Hoy la del siglo XXI, también en edición digital. Y remarcó que “en un día tan importante para el grupo Godó, quiero resaltar un hecho relevante de las últimas semanas: el nombramiento de mi hijo Carlos como presidente de la compañía, mientras yo continúo en calidad de editor de editor del grupo. Carlos pertenece a la quinta generación de una familia que llevamos 144 años al frente de La Vanguardia sirviendo a la sociedad catalana y española”.

Javier Godó destacó una historia periodística de cinco generaciones

Cinco generaciones. No eran palabras de protocolo sino una reivindicación, sin prepotencia pero con justificado orgullo, del muy sólido itinerario pasado, a la vez que un vigoroso compromiso de futuro.

Junto al europeísmo, los premios 2025 ofrecían un componente significado: el de la solidaridad. Lo expresó con claridad y poder de síntesis Manuel del Castillo, director gerente del hospital de Sant Joan de Deu, en nombre de todos los premiados. La cooperación explica muy bien una parte sustancial de los valores de Europa. Ha sido necesaria para construir un avión tan ambicioso como el Airbus con capacidad para 850 viajeros. La solidaridad está en la base de la respuesta popular y asociativa a los estragos de la Dana -respuesta que encarnaban representantes de la Cruz Roja, Caritas y asociaciones de damnificados- ; así como “de la extraordinaria labor de Elena Barraquer para devolver la visión a miles de niños”. La cooperación está en la base de la reacción al sufrimiento de Gisèle Pericot, a su valentía para acudir a los tribunales y a las iniciativas emprendidas con su hija Caroline Darian, galardonada ayer, por hacer frente al horror de “la sumisión química que destruye la vida” y provocar el cambio en la opinión pública. “El valor es hablar cuando uno puede permanecer en silencio”.

Europeísmo y solidaridad unificaban la lista de premiados

Y a la vez el europeísmo brilla en iniciativas como la ya próxima finalización de la Sagrada Familia, destinada “a ser el monumento más visitado de Barcelona”; en la expansión de la empresa Damm bajo la tutela de Demetrio Carceller, ya que Europa “también se apoya en el tejido empresarial”. Como europeísta fue el trabajo arquitectónico de Ricardo Bofill, que de Barcelona saltó a Francia y luego al mundo (y hoy ya es una referencia clásica de su disciplina) y el muy exitoso trabajo de la cantante Aitana, “vinculada en su inicio a la iniciativa, tan europea, de Eurovisión” (el video de su canción 6 de febrero hizo mover -discretamente- muchas piernas de asistentes en el auditorio). Y también, obviamente, el trabajo historiográfico y ensayístico de Timothy Garton Ash.

Y por último Manuel del Castillo se refirió al propio hospital Sant Joan de Deu, donde cerca de 3500 profesionales brindan su labor diaria, y donde se establece “el binomio ciencia y humanismo”, tecnología de vanguardia y máxima atención al paciente y su entorno familiar.

En Sant Joan de Deu han sanado a niños con diversas patologías procedentes de Gaza. Y la tragedia de este territorio estuvo muy presente en el acto, con la proyección de un video recogiendo su fisonomía urbanística antes y después del continuado ataque israelí tras la masacre perpetrada por Hamas, y sobre los 250 periodistas asesinados allí, cifra superior a los que murieron en las dos guerra mundiales y en la de Vietnam. Dato que centró una parte del discurso de Pedro Sánchez: “Honremos su memoria y la de tantos periodistas que pagan con su vida el amor a esta profesión, esencial para defender la libertad de expresión”. Para el presidente del Gobierno, los galardones de La Vanguardia reflejan “una sociedad comprometida”.

La presencia institucional se vio refrendada con las intervención de Salvador Illa, que reivindicó “la esperanza que no ha de perder Europa. Europa ha de creer en ella misma sin complejos”. Y la de Jaume Collboni, resaltando que “cuando Barcelona habla, el mundo escucha. Y hoy La Vanguardia lo hace denunciando el secuestro y asesinato de periodistas”.

Ya en la cena que siguió al acto presentado por Helena García Melero, se sucedían las felicitaciones a Javier, Carlos y Ana Godó, a nuestro director Jordi Juan, al director comercial del Grupo Godó, Pere Guardiola...

El Rey departió con los asistentes y se hizo selfies: “Ha estado superbién”

El rey Felipe, siempre cálido en el encuentro personal, durante una hora departió cordialmente y se prestó a hacerse sucesivas selfies (además de la que viralizó Aitana), con los asistentes que se aproximaban de forma incesante. El Rey recibió parabienes por su discurso en la ONU sobre Gaza; habló largamente con los responsables de la Fundació Princesa de Girona, Francisco Belil y Salvador Tasqué , y antes de marcharse, quiso hacerse una foto con el staff técnico del Gupo Godó que había participado en la preparación de la ceremonia. “Ha estado superbien”, les felicitó coloquialmente.

De un acto que convoca a 1000 personas es muy difícil destacar algunas. Ayer recogíamos una lista con integrantes del mundo político y económico. Del cultural, que es el que mejor conozco, encontré entre otros a los autores Carme Riera, Carles Casajuana e Ildefonso García Serena; el pintor Joan Pere Viladecans, los responsables de la revista Hansel&Gretel Fèlix Riera y Llucià Homs; los presidentes de los editores españoles y catalanes Daniel Fernández y Patrici Tixis; los del Círculo del Liceo y Ecuestre, Paco Gaudier y Enrique Lacalle; Helena Guardans (Mecenazgo Liceu); Ainhoa Grandes (Macba), Sara Puig (Fundació Miró).También se pudo ver a Manolo Garí y Patricia Estany o Guillermo Vallet, entre muchos otros.

”¿Todos los diarios españoles organizan fiestas como ésta?”, dijo una editora

La editora francesa del sello Lattès, que publica a Caroline Darian, le preguntó boquiabierta a su homóloga española Elena Ramírez: “¿Todos los diarios españoles organizan fiestas como esta?”. No hizo falta respuesta.

En las palabras del historiador José Enrique Ruiz-Domènec, que acaba de publicar con Libros de Vanguardia Un viaje personal por el arte europeo, “los Premios Vanguardia han puesto de relieve una vez más la dimensión real del horizonte ético que define la vida social y cultural de Barcelona como un murmullo incesante de valores cosmopolitas”.

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