Iba a escribir sobre el tiro en el pie que se ha disparado el PP después de que su alcalde bailarín de chotis la liara parda. No sabemos si leyéndola o no, Almeida y los suyos en el Ayuntamiento madrileño votaron una propuesta de Vox que no solo es propaganda antiabortista más a la derecha que la derecha, sino que encima es una fake news de manual. Lógico que luego vengan los “ay madre qué he hecho” y que Pedro Sánchez, tras el primer café de la mañana, corra al remate aun sabiendo de antemano que no hay reforma constitucional posible –para blindar el aborto o lo que sea– sin el apoyo del PP en las Cortes.
Lamine Yamal, con su padre, Mounir Nasraoui, en una imagen subida a Instagram desde el perfil @hustle hard 304
Descartada la política, en un párrafo está todo contado, tiro hacia el deporte. Porque estos días he notado a los culés de mi entorno más inquietos de lo habitual. Comentario top (con permiso de la Flotilla) frente a la máquina de café de la redacción: el nuevo vídeo viral que Mounir Nasraoui, el padre de Lamine Yamal, ha colgado en Instagram.
Esta vez Mounir, a sus 39 años que parecen 17, enseña a freír nuggets de pollo. Puro Tolstoi. Se aprecia una cocina niquelada, estupenda por cierto. El hombre se muestra a su casi millón y medio de seguidores –¡millón y medio!– de tal guisa para replicar la idea de que él es alguien que solo vive del éxito de su hijo. A ver, también cocina nuggets caseros.
El cierre del video no tiene desperdicio, pues Mounir acaba hablando y besando a un maniquí hecho a imagen de Lamine a tamaño natural. Como hacía Geppetto con Pinocho. Lo tiene plantado en la cocina, al maniquí. Entre la fiesta de los 18 años del verano con enanos, las vacaciones en Brasil, que todo el mundo comente la vida social y sentimental del chaval y el circo de su padre dentro y fuera de internet (recuerden lo que pasó en la gala del Balón de Oro), una empieza a entender el tembleque culé.
¿Qué lugar y qué papel debería tener el padre del jugador? Hay culés preocupados
¿Qué lugar y qué papel debería tener Mounir en la carrera de su hijo? Está claro que no encaja en los cánones de la discreción y el bien quedar que se le suponen a la familia de un deportista de élite. Además, hay un pabellón virtual de seguidores que vibra con sus payasadas, barcelonistas incluidos. El Nasraoui influencer, que se hace llamar hustle_hard_304 en las redes, ¿puede perjudicar al fenómeno futbolístico? No parece que este hombre esté asimilando el rutilante ascenso del hijo de forma calculada. Más bien da la sensación de que actúa como si le hubiera tocado la lotería. ¿Es esto malo para el jugador?
Creo que, sin un sistema de referencia sólido, hay mucho más riesgo de que a Lamine su estatus de dios se le vaya de las manos, que le supere. No es algo que no hayamos visto antes: Neymar, Maradona... Consulto a José Ramón Ubieto. Se refiere el psicoanalista a la autoridad paterna que no acaba de tener Mounir sobre Lamine: “Su relación es de colegueo. Creo que cada uno podrá ir por su lado”. Solo un matiz: esto no significa que el joven en algún momento se debata entre censurar lo que hace o dice su progenitor, o apoyarle porque no deja de ser su padre, “lo que podría generarle cierta tensión emocional”.
Más que hustle_hard_304, concluye Ubieto, lo que puede acabar perjudicando a Lamine Yamal es su propio ego. Por suerte para los culés, eso lo ha captado rápido Hansi Flick.
