La ministra de Sanidad, Mónica García, ha enviado una carta dirigida a la consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Rocío Hernández Soto, en la que solicita “todos los informes elaborados o en elaboración que permitan tener constancia de la magnitud del problema” sobre el cribado de cáncer de mama y así “evaluar el impacto sobre la población”.
En la carta, la ministra recuerda a la consejera que “la efectividad de los cribados radica en un seguimiento escrupuloso del buen funcionamiento de todos los eslabones de la cadena de detección, alerta y seguimiento, para, conjuntamente con la buena práctica clínica habitual, poder establecer mecanismos de detección temprana que permitan llevar a cabo tratamientos menos invasivos y que logren cambiar el curso de la enfermedad”.
Máxima transparencia
La magnitud del problema actual, continúa García, “exige la máxima transparencia y coordinación entre las administraciones para poder dar respuesta a las necesidades de la población y garantizar que se ponen en marcha las medidas necesarias para disminuir los posibles efectos que esto haya tenido sobre las mujeres afectadas, a la vez que evitar que esto vuelva a ocurrir nuevamente”.
Además, agrega, conforme con lo recogido en el Documento de consenso del Sistema de información del programa poblacional de cribado de cáncer del Sistema Nacional de Salud, solicita recibir información sobre varios indicadores “para poder evaluar el desarrollo del programa de cribado de cáncer de mama, correspondientes a los últimas cinco años”.
“Fallo de información”
Desde el Ministerio de Sanidad, finaliza Mónica García, “ponemos a disposición de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía la colaboración y apoyo técnico que sea preciso para poder resolver este problema lo antes posible y mejorar el programa de cribado de cáncer de mama, así como para evaluar la situación de los otros programas de cribado de cáncer como el de cérvix y el de colon”.
Unas 2.000 andaluzas a las que se les detectaron lesiones “posiblemente benignas” en unas mamografías realizadas dentro del programa de cribado de cáncer de mama, y cuyo seguimiento quedó en el limbo durante meses, serán llamadas en los próximos días por el Servicio Andaluz de Salud para someterse a una segunda prueba de la que no habían sido informadas. Así lo confirmó el jueves pasado la consejera del ramo, Rocío Hernández, después de reconocer, tras varias denuncias interpuestas por asociaciones de afectadas, retrasos en el sistema por un “fallo de información”.
Hernández, que pidió perdón por la situación, anunciaba la creación de un “circuito preferente” para atender a estas mujeres, y aseguró que el objetivo era contactar con todas ellas en un plazo de una semana.

