Cien escuelas concertadas catalanas no han matriculado a ningún alumno de renta baja
Nuevo informe de la Bofill
Se trata del 21% de centros de la escuela concertada que se comprometió al pacto contra la segregación impulsado por el Síndic de Greuges
La renovación de conciertos en la etapa de infantil afectará al curso 2026-2027..
El pacto contra la segregación escolar, impulsado por el Síndic de Greuges y firmado por todos los agentes implicados en 2019, está avanzando en su objetivo último: repartir los alumnos de familias de rentas bajas o de origen inmigrante entre centros públicos y concertados. Así se evita lo que se conoce por segregación escolar, que se concentren un determinados centros, mayormente públicos.
Según un estudio de la Fundació Jaume Bofill, el 70% de las escuelas concertadas asume este compromiso, un 10% acoge alumno con necesidades especiales, pero por debajo de la proporción teórica establecida, y un 21% de escuelas de barrios de renta alta no matricula a ningún estudiante vulnerable. Así lo indica el informe L'escola concertada avui. Propostes per revisar els concerts educatius en clau d'equitat, elaborado por la investigadora María Segurola.
“Ante la próxima revisión de conciertos, la administración se encuentra frente a una oportunidad de oro para poner condiciones a las escuelas que segregan y/o ajustar la oferta de plazas si es necesario, aprovechando la caída de la natalidad”, indica Segurola. Según su punto de vista, pueden cambiarse ciertos acuerdos frente al incumplimiento del pacto tal y como se ha hecho en el caso de las escuelas en cuyas aulas solo hay chicas o chicos.
Bofill
“Ante la próxima revisión de conciertos, la administración puede poner condiciones a las escuelas que no cumplen”
El informe se basa en los datos proporcionados por el Departament d'Educació respecto a la matriculación de alumnos de I3 e I4 que son los que reciben una mochila económica para compensar el déficit de ingresos que suponen los conciertos.
La escuela concertada niega los datos
La escuela concertada pide que se contextualicen los datos dado que las diferencias entre la escuela pública y la concertada en un mismo barrio o municipio no son tan grandes. Por ejemplo, en Sarrià-St. Gervasi es de un 16% en la pública y de un 12% en la concertada, o en Sant Just Desvern, un 15% en la pública y un 37% en la concertada.
La Fundació Escola Cristiana de Catalunya afirma que todas las escuelas reservan el 2% de plazas para este tipo de alumnos, pero son las familias vulnerables las que eligen dónde matricularse, y no se les puede obligar a acudir a centros que no han elegido. Sostiene que según los datos del Departament d'Educació, cerca del 80% de las escuelas concertadas escolarizan a más de un 10% de alumnado con familias de entornos vulnerables. El factor clave es la segregación residencial. “Existen lugares donde ni la escuela concertada ni la escuela pública llegan a ese 10% por la realidad social del barrio o municipio. De hecho, el mismo informe dice que el 97% de estos centros se localizan en barrios con muy poca vulnerabilidad socioeconómica (los hogares que están por debajo del 60% de la media de ingresos no llegan al 20%, según los datos del INE (2022)”. Y confirma que, a pesar de la falta de financiación (65 millones de euros de déficit el curso pasado), la escuela concertada está comprometida con el Pacto contra la segregación escolar.
La escuela concertada representa el 30% del conjunto del sistema escolar catalán. En estos centros, el alumnado de renta baja y origen extranjero matriculado se ha triplicado en diez años, llega al 16% del total. Pero hay un centenar de centros que el informe califica de “elitistas” que, a su juicio, ignoran el compromiso contra la segregación. “Mientras que en cada aula del país hay cuatro estudiantes vulnerables, en promedio, en las de la concertada elitista hay uno o ninguno. La normativa fija un mínimo de dos”, indica el informe.
Son 105 escuelas de localidades de más de 10.000 habitantes. Centros grandes, ubicados sobre todo en barrios acomodados, mayormente situados en Barcelona (Sarrià-Sant Gervasi, Les Corts) y en municipios como Sant Cugat. Coincide también que no han reducido sus ratios a menos de 20 alumnos por aula, tal y como recomienda (no obliga) el Govern.
Segurola desmonta la causa residencial. Si estos centros se encuentran en barrios de rentas altas y hay una concentración fuerte de oferta, difícilmente habrá alumnos con necesidades especiales suficiente para todos en la zona. La investigadora indica que la mayoría de estas escuelas (54%) se encuentran a 15 minutos a pie de centros con alta diversidad social. “Sí tienen margen”, afirma.
Estos centros, explica, son de grandes dimensiones y matriculan alumnos que no son de proximidad. Estos alumnos, a su vez, desequilibran la composición de los centros de su zona residencial. En sus centros de residencia se quedan los estudiantes más vulnerables.
A este centenar de escuelas “elitistas” se suman 49 más (un 10% de la concertada) que tienen un nivel de diversidad insuficiente. Para la Bofill, la administración debe exigir a estos centros que cumplan o suprimirles los conciertos. En este sentido, dada la reducción de la natalidad, Segurla considera que el Govern podría planificar la oferta escolar concertando menos grupos. La renovación de conciertos en infantil afecta ya al curso 2026-2027.
El objetivo de la lucha contra la segregación escolar es, prioritariamente, velar para que los centros escolares de una misma zona tengan una composición social similar entre ellos y equivalente a la del territorio donde se ubican. La finalidad es que la escuela refleje la mezcla social presente en el territorio. Por ello, el Govern aprobó en 2021 el decreto de la programación de la oferta educativa y del procedimiento de admisión en los centros catalanes.
“Es una responsabilidad de la administración exigir a las escuelas que segregan ciertas condiciones para que dejen de hacerlo o dejen de recibir dinero público”, sostiene Segurola.