El Departament de Salut ha confirmado 13 casos de sarampión relacionados epidemiológicamente en la comarca del Garraf y considera que el brote irá en aumento, entre otros motivos por el perfil de los contagiados, con predominio de jóvenes y jóvenes adultos, lo que implica movilidad y presencia en espacios públicos concurridos, tanto de ocio como de formación.
Las autoridades sanitarias aprovecharán la preocupación ocasionada por este brote, que tiene la particularidad de que afecta a miembros de familias antivacunas, para intentar incrementar las coberturas vacunales de la población: a partir del jueves o el viernes los centros de asistencia primaria del Garraf llamarán a la jeringuilla a las familias de niños de 5 años o menos que no hayan sido inmunizados completamente contra el sarampión, aproximadamente el 5% del censo.
Con 74 casos confirmados este año, la cifra de contagios en Catalunya ya rebasa la del pasado ejercicio. “Y seguirán saliendo más casos porque la contagiosidad del sarampión es elevada, de entre 7 y 10 personas por cada individuo infectado”, explica Esteve Fernández, secretario de Salut Pública. “El periodo de incubación ya es infectivo, antes de que salgan los síntomas típicos, y permanece unos días después de que desaparezcan”, precisa.
El último gran brote de sarampión en Catalunya fue entre enero y abril del 2017: 47 casos confirmados
“El acontecimiento actual, con múltiples afectados, la mayoría no inmunizados, de elevada movilidad e interacción social, y con un elevado número de exposiciones en diferentes espacios con elevada concurrencia de personas, provoca que el riesgo de diseminación en esta zona sea alto”, afirma Salut.
En este sentido, los sanitarios han efectuado estudios a unas 600 personas que se consideran contactos más o menos estrechos de los infectados y están realizando un seguimiento activo de casi 200 personas. Uno de los contactos que no estaba vacunado ha recibido inmunización, a otros les han administrado inmunoglobinas, que también contribuyen a esquivar la infección. Las ramificaciones han llegado a las aulas y el bar de una facultad universitaria, donde se han tomado muestras de contactos que están en estudio. El pasado fin de semana las pruebas descartaron 6 casos sospechosos.
“Pero tienen que venir más casos”, insiste Fernández. “No podemos decir cuántos pero habrá más”. Por eso, los esfuerzos de las autoridades sanitarias se focalizan en evitar un brote explosivo. Todo el personas sanitario ha recibido información (“la mayoría de los médicos y enfermeras de Catalunya no han visto nunca un caso de sarampión”, ilustra Fernández) para identificar los síntomas (fiebre elevada, rinorrea elevada, conjuntivitis) antes del típico exantema (granos). Los centros sanitarios del Garraf están en alerta, las familias antivacunas afectadas están colaborando en la realización de pruebas y la identificación de contactos, y fuentes de Salut esperan que reconsideran su postura sobre las vacunas.
Un bebé con exantema, los granos típicos del sarampión
El último gran brote de sarampión en Catalunya tuvo lugar entre enero y abril del 2017. En 12 semanas se confirmaron 47 casos originados en un vecino de Barcelona que había viajado a China. Entre enero y mayo del 2014, un brote provocó 124 infecciones. Dos brotes importados son lo que causaron más casos en lo que va de siglo: 289 afectados entre noviembre del 2010 y septiembre del 2012, y 381 de octubre del 2006 a junio del 2007. La fuente de contagio del actual brote del Garraf no se ha identificado, si bien se sospecha de que se trata de un contacto con una persona que había viajado al extranjero.
Según la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, el pasado año se notificaron en España 430 casos de sarampión, de los que 217 fueron confirmados.


