Espráis, gominolas, almohadas: los remedios 'milagro' contra el insomnio no funcionan

Sociedad Española de Neurología

“Retrasan la búsqueda de ayuda médica adecuada y pueden empeorar los síntomas”, avisan los neurólogos

Insomnio

Hasta el 15% de la población adulta española sufre insomnio crónico 

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Pastillas ‘naturales’, infusiones, suplementos, aerosoles, almohadas especiales, antifaces, dispositivos electrónicos, aplicaciones de meditación… La oferta de remedios para dormir es amplia y variada, y constituye un gran mercado organizado en torno a un problema de salud como el insomnio crónico. Es fácil acudir a ellos, pero la Sociedad Española de Neurología (SEN) advierte que sirven de poco: retrasan la búsqueda de ayuda médica adecuada, pueden empeorar los síntomas y favorecer su cronificación.

“En los últimos años estamos observando un aumento exponencial de productos y servicios dirigidos a personas con insomnio crónico”, afirma Celia García Malo, coordinadora del grupo de estudios de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN. “Sin embargo –precisa–, la realidad es que ninguno de estos productos ha demostrado eficacia en el tratamiento de este trastorno”.

Los especialistas instan a desconfiar de la publicidad engañosa y no dejarse arrastrar por modas o promesas sin base científica

Vegetales como la pasiflora, la tila o la melisa, y hormonas como la melatonina pueden, efectivamente, favorecer el descanso, pero en casos de insomnio crónico, que en España afecta hasta un 15% de los adultos, “su tasa de respuesta es totalmente marginal”.

Las farmacias españolas facturaron más de 130 millones de euros en el 2022 en remedios para dormir sin receta médica. Los anuncios de remedios ‘milagro’ en televisión y todo tipo de medios denotan el potencial económico de este mercado. La sustancia más empleada es la melatonina, normalmente en forma de pastillas, gominolas o líquido, pero también se ofrecen múltiples preparados en internet en aerosol.

La melatonina se vende como complemento alimenticio, no tiene regulación sanitaria y no está sometida a las regulaciones de los productos farmacéuticos, por lo que el usuario suele desconocer la dosis que ingiere. Su uso a corto plazo suele considerarse seguro y generalmente no provoca dependencia. Incluso puede ser útil en algunos trastornos del sueño, “pero no es la respuesta para el insomnio”, afirma García Malo.

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Otro tipo de espráis difusores de aromas o aceites esenciales que se rocían en la almohada y las sábanas también prometen un descanso relajante. “Se venden con el titular de que curan tu insomnio, y a lo mejor te hacen sentir bien, pero generar esta expectativa es falaz”, avisa García Malo. “Cada vez se ven más cosas –prosigue–.

La última que he visto es un retiro de dos días. No digo que no sea relajante, pero no puede ser que te resuelva un cuadro de insomnio de 20 años”.

Las farmacias españolas facturaron más de 130 millones en el 2022 en productos sin receta para dormir

No hay milagros contra el insomnio. Según los neurólogos, debe abordarse como un trastorno médico, y por ello es el médico quien debe profundizar en conocer sus causas, y plantear un tratamiento en función de estas. La intervención de primera línea dirigida al restablecimiento de un patrón de sueño normal es la terapia cognitivo-conductual (TCC), que requiere una intervención individualizada. Además, en determinados casos puede ser necesario el tratamiento farmacológico, pero siempre bajo supervisión médica.

Un joven toma melatonina antes de irse a dormir

Un joven toma melatonina antes de irse a dormir 

Ana Jiménez

Los remedios sin validez están mucho más a mano. El problema, aparte del dispendio económico, es que pueden empeorar la situación, según la SEN. Además de provocar frustración al no responder a las expectativas de los pacientes, retrasan la búsqueda de ayuda médica adecuada e incluso “pueden empeorar los síntomas y favorecer su cronificación”.

De esta manera se mantiene o aumenta el impacto del insomnio en la calidad de vida, el rendimiento laboral y en la posibilidad de desarrollar enfermedades como ansiedad, depresión, hipertensión o diabetes. La SEN llama a desconfiar de la publicidad engañosa y no dejarse arrastrar por modas o promesas sin base científica”.

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