Romper el círculo de la pobreza, el principal reto social

Diálogos LV

En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, las entidades sociales reivindican la importancia de acompañar a las personas más vulnerables para construir una sociedad más justa

Romper el círculo de la pobreza, el principal reto social

Colaboración. El tercer sector se coordina en red para abordar la pobreza en todas sus dimensiones 

Miquel Gomila

Más de 690 millones de personas viven en extrema pobreza en todo el mundo, con menos de dos euros diarios, y casi la mitad de la población mundial con menos de seis y, por tanto, también muy cerca de la miseria, según el Informe social mundial 2025 de Naciones Unidas. El estudio muestra que la pobreza no es una realidad fija: muchas familias entran y salen de ella, a veces solo por un tiempo. Por eso es tan importante prevenir que alguien caiga en la pobreza como ayudar a quienes ya están atrapados en ella.

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En España, hay aproximadamente 12,5 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusiones, más del 25% de la población total, según la última Encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística (INE). Una parte significativa de la pobreza afecta a familias con hijos menores de edad, especialmente a las monomarentales y las familias numerosas, con tasas de pobreza que rondan el 50% en ambos casos.

Muchas familias no podrían seguir adelante si no fuera por las entidades sociales que las acompañan”

Marc Simón
Marc SimónSubdirector General de la Fundació “la Caixa”

Para analizar esta problemática, Diálogos La Vanguardia, con la colaboración de Fundación ”la Caixa”, organizó la mesa redonda Romper el círculo de la pobreza, enmarcada en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que este año se centra en el apoyo respetuoso y eficaz a las familias. La sesión, moderada por la redactora jefe de Sociedad de La Vanguardia, Susana Quadrado, contó con la participación del subdirector general de la Fundación ”la Caixa”, Marc Simón; la directora general del Casal dels Infants, entidad social colaboradora del programa CaixaProinfancia, Rosa Balaguer; la codirectora general de la Fundació Formació i Treball, entidad colaboradora del programa Incorpora, Marina Arnau, y la profesora de Economía de la Universitat de Girona experta en pobreza y desigualdad Sara Ayllón.

El subdirector general de la Fundación ”la Caixa”, Marc Simón, señaló que “existen colectivos en los que la pobreza se queda muy enquistada, debido a que tienen niveles educativos muy bajos y menos instrumentos para salir de ella”. Las familias afectadas por la pobreza acumulan muchos problemas y “no podrían seguir adelante si no fuera por las entidades sociales que las acompañan en diversas dimensiones”, explicó Simón. La pobreza “es muy estructural, no disminuye ni siquiera en épocas de bonanza”, lamentó la profesora de la Universitat de Girona Sara Ayllón, convencida de que hay que seguir “intentando que las personas puedan mantener una vida digna”.

Creemos en la educación como motor de cambio, porque no podemos apartar a personas que pueden aportar mucho”

Rosa Balaguer
Rosa BalaguerDirectora General del Casal dels Infants

En el ámbito de la inserción laboral, la codirectora general de la Fundació Formació i Treball, entidad colaboradora del programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa”, Marina Arnau, observó que las personas que llegan a su entidad derivadas de organismos públicos están “más desanimadas que antes del covid”. Esos colectivos, constató, “ya no están en riesgo, están en exclusión, porque están más alejados del mercado laboral”.

“La salida laboral es una herramienta de dignificación”, recordó Arnau. En el caso concreto de las familias monomarentales, especialmente empobrecidas, la codirectora general de la Fundació Formació i Treball apuntó que hay que tener en cuenta que, en casos como los de violencia de género, muchas de esas mujeres están “superando un proceso” y “no todas están en el momento vital de trabajar”. Además, “la conciliación es muy difícil para todos, pero para las familias monomarentales todavía lo es más”, insistió. Los colectivos afectados por la pobreza son muchos, entre ellos “las personas con discapacidad, que registran una tasa de paro que duplica el del resto de la población activa”, añadió Arnau desde esta entidad colaboradora del programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa”.

El trabajo en red consigue realizar un acompañamiento que ayude a las familias en todas sus dimensiones”

Marina Arnau
Marina ArnauCodirectora general de la Fundació Formació i Treball

La directora general del Casal dels Infants, entidad social colaboradora del programa CaixaProinfancia, Rosa Balaguer, apuntó que la pobreza “tampoco se reparte homogéneamente por el territorio, las familias viven en barrios que, por su historia, condiciones de vivienda y segregación, concentran personas de diversos orígenes que tienen dificultades para seguir adelante. La salud mental es un tema importante para Balaguer, que observó que “vivir en un estado de constante alerta e incertidumbre total tiene un coste muy alto, además, para las personas que deben sacar adelante a su familia”. Por tanto, pidió “no juzgar ni etiquetar a las personas y superar la idea de que todo el mundo podría salir por sí solo de la pobreza”.

Sin dejar de agradecer la labor de los voluntarios y socios del Casal dels Infants para ayudar a las familias de esos entornos más desfavorecidos, su directora general, Rosa Balaguer, recordó que solo con la solidaridad privada no se puede hacer frente a todos los problemas derivados de la pobreza infantil, y que, por tanto, “hace falta inversión pública”.

Hay que empujar allá donde haga falta para acabar con la pobreza y la desigualdad”

Sara Ayllón
Sara AyrónProfesora de Economía de la Universitat de Girona

Las ayudas públicas existentes “no cubren a toda la población que habría que cubrir ni las cantidades son suficientes”, coincidió la profesora de la Universitat de Girona Sara Ayllón, que subrayó que España es uno de los países europeos con mayor índice de pobreza infantil. Según Eurostat, en España hay 2,7 millones de niños y niñas en riesgo de pobreza o exclusión social, un 34,6% de su población menor de edad, índice que solamente supera Bulgaria, que cuenta con más del 35%.

“Romper el círculo de la pobreza requiere acompañamiento y recursos suficientes encaminados a reducir la desigualdad educativa y social”, en opinión de la directora general del Casal dels Infants. Desde esta entidad social colaboradora del programa CaixaProinfancia, Rosa Balaguer abogó por el “trabajo en red público-privado para contrarrestar la situación en la que se encuentran los niños de esas familias, con el objetivo de que lleguen al máximo de su formación”. Con este trabajo en red, se logra realizar un “acompañamiento a medida que ayude a las familias en todas las dimensiones de la pobreza”.

España es uno de los países europeos con mayor tasa de pobreza infantil

Para asegurar esa continuidad y acompañamiento, la Fundación ”laCaixa” busca un “compromiso a largo plazo. Gracias a la colaboración con entidades relevantes del tercer sector, se identifican necesidades poco cubiertas por la administración y se consensúan métodos de actuación para ganar eficiencia y resultados, entre ellas, poder atender a más de 65.000 niños y niñas al año, en España, con el programa CaixaProinfancia, y a cerca de 40.000 personas a las que se pone en contacto con el mercado de trabajo, en el caso del programa Incorpora”.

“Para sobrevivir como sociedad, no nos podemos permitir apartar a personas que pueden aportar mucho”, reclamó la directora general del Casal dels Infants, entidad social colaboradora del programa CaixaProinfancia. Rosa Balaguer puso énfasis en que “la educación es un motor de cambio, para que las personas tengan voz, participen y construyan el futuro”. “Si hay voluntad, se puede cambiar. No nos podemos permitir otra cosa que no sea seguir siendo optimistas y empujar allá donde haga falta para acabar con la pobreza y la desigualdad”, concluyó la profesora de Economía de la Universitat de Girona Sara Ayllón.

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