SOS: operación salvar la cabaña bovina catalana. El Departament d’Agricultura de la Generalitat ha hecho un llamamiento a los veterinarios de toda Catalunya para que colaboren voluntariamente con los equipos organizados para vacunar las vacas afectada por la dermatosis nodular contagiosa (DNC). Hasta ahora, se han detectado diez focos de la enfermedad, pero el temor es que se registren nuevos casos. El Govern pide la colaboración de los veterinarios con el objetivo de contener la expansión de la enfermedad, algo que es clave también para frenar el sacrificio de animales de las granjas afectadas (vaciado sanitario). Hasta ahora, el sacrificio ha afectado a unas 1.500 cabezas de este ganado.
Los diez focos de la enfermedad están ocasionando conmoción en el sector ganadero catalán. En los focos afectados por la enfermedad se establece un radio de vigilancia de 50 kilómetros para definir el área donde se debe efectuar la vacunación; en esta zona los animales quedan inmovilizados y solo pueden desplazarse hasta el matadero. En las granjas donde se detecta la enfermedad, todas las cabezas de ganado deben ser sacrificadas.
“El ritmo de vacunación está siendo muy lento”, según Unió de Pagesos
El Govern ha vacunado ya el 75% de los animales en el entorno del foco de Castelló d’Empúries (Alt Empordà). Sin embargo, Raquel Serrat, coordinadora nacional de Unió de Pagesos, declara que “el ritmo de vacunación está siendo muy lento”, teniendo en cuenta que hay 60 equipos de veterinarios movilizados. No obstante, dio la bienvenida a la iniciativa del Govern de invitar a los veterinarios a involucrarse, “puesto que necesitamos refuerzos humanos”.
Ahora justamente ha empezado la vacunación en el área de Cassà de la Selva (Gironès), con incidencia sobre Osona, Bages y parte del Vallès Oriental. Pero falta actuar en el área de Ripollès, Cerdanya y parte de la Garrotxa, afectada por dos focos de la enfermedad en la comarca francesa de Conflent. Aquí no han comenzado las vacunaciones “ni hay una planificación de cómo hacerlo en el caso de las explotaciones extensivas, donde es mucho más difícil actuar que en una explotación intensiva”, añade Serrat.
Lograr un 75% de vacunaciones en cada foco permite que solo se sacrifiquen los animales enfermos
La campaña de vacunación es una necesidad perentoria para frenar la sangría de animales. Solo cuando se ha alcanzado un 75% de vacunaciones en el entorno de un foco afectado se deja de practicar el sacrificio generalizado de animales en la granja (vaciado sanitario), de manera que se sacrifican únicamente los ejemplares enfermos, los que han dado positivo. Así lo establece la reglamentación europea.
La previsión es que se hagan 90.000 vacunaciones en la zona del Empordà y 40.000 en la del Gironés (vacas de leche, vacas de carne y ternos de engorde).
“Ya ha llegado el tercer lote de vacunas que nos tiene que ayudar a acelerar la contención de la enfermedad. En pocas horas llegaremos al 75% de las cabezas de ganado vacunadas. Es el porcentaje que necesitamos para lograr la inmunidad de grupo del primer radio”, explicó el Departament d’Agricultura.
Impacto económico
Este es el primer episodio de dermatosis contagiosa que se da en España (tras haber llegado a Francia e Italia). Esta es una enfermedad vírica, sin repercusión para la salud humana, pero puede tener un gran impacto económico para los productores por las trabas comerciales y porque causa una reducción temporal en la producción de leche, afecta la fertilidad y, ocasionalmente, provoca la muerte (1-5 % de tasa de mortalidad).
El suceso supone un “fuerte golpe emocional” para los ganaderos, según la UP; pero el mayor temor es que produzca un fuerte impacto territorial, pues si se sacrifican los animales, puede cambiar la configuración de las explotaciones en Girona.
Levantar la explotación no es fácil
Volver a levantar una explotación con terneras de engorde es relativamente sencillo, pero poner en marcha de nuevo una explotación con ganado para producir carne y leche “requiere tiempo” pues se necesita consolidar una línea genética, explica Raquel Serrat, coordinadora nacional de Unió de Pagesos. Por eso, el sacrificio de animales puede hacer que “algunas granjas no puedan volver a comenzar”. ¿Por qué? “No siempre hay disponibilidad de animales en el mercado, y muchas explotaciones están en manos de personas con edad es entre 55 y 60 años”, lo cual compromete la continuidad. “Se puede necesitar 5, 7 o 10 años para volver a empezar. Es un golpe duro, hasta dentro de unos meses no sabremos cómo va a acabar esto. porque habrá más focos”.
