Los verdaderos adictos a las pantallas son los mayores

Tecnología y hábitos

Los hábitos digitales que definían la juventud están transformando la vejez

Las personas mayores suelen ser más vulnerables a las estafas.

Una mujer observando su móvil 

Getty Images

Cientos de adolescentes británicos han pasado, a veces obligados por sus padres, por el Centro Nacional para Trastornos del Juego desde su apertura en 2019. Sin embargo, en los últimos tiempos, esa clínica financiada con fondos públicos ha admitido a un incesante goteo de pacientes muy diferentes. Sus especialistas en adicción a los videojuegos han tratado hasta ahora a 67 personas mayores de 40 años. La de más edad, que estaba obsesionada con los juegos de su móvil, tenía 72 años.

En muchos países se ha extendido algo parecido a un pánico moral por las consecuencias de la tecnología digital entre los jóvenes. Jonathan Haidt, psicólogo social y autor, habla de una “generación ansiosa” de jóvenes cuya infancia es robada por los teléfonos inteligentes y las aplicaciones sociales. Las escuelas exigen cada vez más que los teléfonos se guarden en las taquillas o en casa. Grupos de padres, como Smartphone Free Childhood (Infancia sin Móviles), predican la abstinencia. Australia prohibirá también las redes sociales a los menores de 16 años en diciembre.

Los mayores han sido durante mucho tiempo grandes consumidores de televisión, pero ahora muchos “viven cada vez más su vida a través de los teléfonos, como hacen a veces los adolescentes”

Sin embargo, hay en otra generación un incremento menos visible del tiempo pasado ante la pantalla. Se dispara en quienes se jubilan y están familiarizados con la tecnología digital el tiempo empleado con dispositivos inteligentes. Algunos de esos mayores “viven cada vez más su vida a través de los teléfonos, como hacen a veces los adolescentes”, afirma Ipsit Vahia, director del Laboratorio de Tecnología y Envejecimiento del Hospital McLean, perteneciente a la Facultad de Medicina de la Universidad Harvard. Los hábitos digitales que han transformado la adolescencia están llegando ahora a la vejez.

Las personas mayores han sido durante mucho tiempo grandes consumidores de televisión. El tiempo libre, la inmovilidad y el aislamiento son la receta perfecta para pasar horas delante de la pantalla: el año pasado, los mayores de 75 años pasaron en Gran Bretaña más de cinco horas y media al día viendo la televisión, unas cinco horas más que los jóvenes de entre 16 y 24 años, según el regulador de medios Ofcom.

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Las personas mayores siempre han ido a la zaga en lo que respecta a la tecnología digital. Hace una década, solo una quinta parte de los estadounidenses mayores de 65 años tenía un teléfono inteligente. La situación está cambiando. Los recién jubilados, la mayoría de los cuales llevan conectados a internet desde la mediana edad, se encuentran entre los usuarios más entusiastas de los dispositivos digitales. Las personas mayores de 65 años son más propensas que las menores de 25 a tener tablets, televisores inteligentes, lectores de ebooks y ordenadores de sobremesa y portátiles, según una encuesta realizada en siete países por la empresa de investigación GWI.

1

Abandonados

a sus dispositivos

Posesión de dispositivos por grupo de edad, en porcentaje

Países seleccionados,* 1T 2025

65+

16-24

25-34

55-64

100

80

60

40

20

0

Móvil

Ordenador

Televisor

inteligente

Tablet

Cámara digital

Reloj inteligente

Lector ebooks

Consola

videojuegos

*Gran Bretaña, Canadá, Hong Kong, Israel, Japón,

Singapur y Estados Unidos

Fuente: GWI.

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Abandonados

a sus dispositivos

Posesión de dispositivos por grupo de edad, en porcentaje

Países seleccionados,* 1T 2025

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16-24

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Móvil

Ordenador

Televisor

inteligente

Tablet

Cámara digital

Reloj inteligente

Lector ebooks

Consola

videojuegos

*Gran Bretaña, Canadá, Hong Kong, Israel, Japón, Singapur

y Estados Unidos.

Fuente: GWI.

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Abandonados a sus dispositivos

Posesión de dispositivos por grupo de edad, en porcentaje

Países seleccionados,* 1T 2025

65+

16-24

25-34

55-64

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Móvil

Ordenador

Televisor

inteligente

Tablet

Cámara digital

Reloj inteligente

Lector de ebooks

Consola

videojuegos

*Gran Bretaña, Canadá, Hong Kong, Israel, Japón, Singapur y Estados Unidos.

Fuente: GWI.

Las compañías tecnológicas han identificado a las personas mayores como un mercado en crecimiento. Apple fabrica auriculares que también funcionan como audífonos y relojes que pueden realizar electrocardiogramas o llamar a una ambulancia si el usuario sufre una caída. (En parte como resultado de ello, el 17% de los mayores de 65 años posee ahora un reloj inteligente.)

Da la impresión de que la próxima generación de jubilados estará aun más interesada en los dispositivos digitales: casi una quinta parte de las personas de entre 55 y 64 años posee una consola de videojuegos. La jubilación empieza a parecerse a algo menos relacionado con el golf y más con la serie de videojuegos Grand Theft Auto.

Momentos senior

2

Población mundial de 55-64 años, tiempo medio diario dedicado a medios seleccionados, horas

10

Consolas

de videojuegos

Podcasts

8

Prensa online

Música en streaming

6

Redes sociales

Impresión en papel

4

Radio

2

Televisión

0

2013

15

20

24

Fuente: GWI

Momentos senior

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Población mundial de 55-64 años, tiempo medio diario dedicado a medios seleccionados, horas

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Consolas

de videojuegos

Podcasts

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Prensa online

Música en streaming

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Redes sociales

Impresión en papel

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Radio

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Televisión

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2013

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Fuente: GWI

Momentos senior

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Población mundial de 55-64 años, tiempo medio diario dedicado a medios seleccionados, horas

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Consolas de videojuegos

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Podcasts

Prensa online

Música en streaming

6

Redes sociales

Impresión en papel

4

Radio

Televisión

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0

2013

15

20

24

Fuente: GWI

A medida que se hace más común la posesión de dispositivos digitales, aumenta el tiempo que las personas mayores dedican a las pantallas. En lugar de sustituir el tiempo dedicado a ellas a otros medios de comunicación, los teléfonos y las tablets parecen añadirse al total diario. Durante la última década, el consumo de televisión y radio entre las personas de entre 50 y 60 años se ha mantenido estable; en cambio, ha aumentado el tiempo dedicado a las redes sociales, los videojuegos y el streaming de audio. Según Ofcom, los británicos mayores de 65 años dedicaron el año pasado más de tres horas al día a conectarse a internet a través de móviles, ordenadores y tablets. Eso es la mitad de lo que dedican los jóvenes de entre 18 y 24 años. Si sumamos la televisión y los dispositivos inteligentes, las personas en edad de jubilación pasan más tiempo al día frente a la pantalla que los adultos jóvenes.

En los países donde la tendencia está más avanzada, crece la preocupación por los usuarios de teléfonos inteligentes de edad avanzada de la misma manera que hay preocupación por los adolescentes. Un estudio realizado en 2022 en Corea del Sur, que tiene una de las tasas más altas de uso de móviles del mundo, estimó (a partir de preguntas como si estaban de acuerdo o no con afirmaciones como: “Cada vez que intento reducir el tiempo que paso usando el móvil, no lo consigo”) que el 15% de las personas de entre 60 y 69 años corrían el riesgo de sufrir una adicción al teléfono. Una investigación realizada en Japón descubrió que entre las personas mayores el tiempo pasado frente a la pantalla está relacionado con una menor actividad física. Una encuesta realizada a mayores de 60 años en China estableció una relación con un peor sueño.

La jubilación empieza a parecerse a algo menos relacionado con el golf y más con la serie de videojuegos Grand Theft Auto

Es difícil establecer una causalidad. Las pantallas pueden incitar a las personas mayores a un mayor sedentarismo, o puede que pasen más tiempo con sus teléfonos precisamente porque están confinadas al sofá. Pete Etchells, profesor de Psicología en la Universidad de Bath Spa, señala que su propio tiempo frente a la pantalla se disparó de modo reciente tras permanecer ingresado en el hospital durante un par de semanas. “Si me hubieran quitado el iPad, le aseguro que habría seguido estando igual de inmóvil, pero mucho más triste”, afirma.

Las personas mayores se enfrentan online a algunos riesgos que no corren otros grupos vulnerables. A diferencia de la mayoría de los adolescentes, sus teléfonos y tablets suelen estar vinculados a cuentas bancarias. Las “microtransacciones” dentro de los juegos (las llamadas cajas de recompensas y similares) pueden vaciarles la cartera. Lo mismo ocurre con los estafadores, que pueden contactar con sus víctimas y robarles dentro de la misma aplicación. En especial en los países pobres y de ingresos medios, las personas mayores han adoptado WhatsApp para todo, desde las comunicaciones hasta las compras, afirma Vahia, “y, por ello, WhatsApp es también la plataforma preferida por los estafadores”.

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Whatsapp es una de las plataformas preferidas de los estafadores 

iStockphoto

Además, las personas mayores carecen de las barreras sociales que regulan el tiempo que los adolescentes pasan frente a la pantalla. Durante el día, los profesores controlan el uso del teléfono de los adolescentes, mientras que por la noche son sus padres quienes se encargan de vigilarlos. En cambio, las personas mayores deciden por sí mismas; es posible que no tengan a nadie capaz de orientarlos en busca de ayuda si la necesitan. “En el caso de las personas mayores, a veces no hay nadie cerca o, si lo hay, nadie se fija realmente en lo que hacen con su ordenador”, afirma Henrietta Bowden-Jones, que dirige la clínica británica de adición a los videojuegos.

Los mayores son mucho menos propensos que los jóvenes a quejarse a su médico de su adicción al móvil, afirma Vahia. Sin embargo, en algunos casos, el tiempo pasado frente a la pantalla es el causante de otros problemas más evidentes, añade. Su clínica ha tratado a mayores cuyo insomnio era resultado del miedo a las estafas online; en otros casos, la ansiedad resultó estar causada por el doomscrolling, el consumo compulsivo de noticias negativas en las redes sociales.

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Una familia en el Parque de El Retiro, a 26 de agosto de 2023, en Madrid (España). El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revelado los datos de nacimientos producidos en todo el país durante el primer cuatrimestre de 2023. En total, solo han nacido entre enero y abril unas 103.443 personas, lo que supone un 1,75% menos respecto al mismo período del año anterior. Estas cifras, según el INE, convierten al primer cuatrimestre en el peor en ocho años, experimentando la natalidad una evolución a la baja desde 2016, año en el que nacieron 132.045 personas en España. La Comunidad de Madrid y Aragón son las únicas regiones donde la natalidad ha crecido respecto al año anterior.

Las noticias alarmantes y engañosas pueden suponer una amenaza especial para las personas mayores, que son dos veces más propensas que los menores de 25 años a utilizar aplicaciones o webs de noticias. Según un artículo reciente de Hunt Allcott, de la Universidad Stanford, y sus colegas, dejar de usar Facebook mejora ligeramente la salud mental de los usuarios de todas las edades. El efecto beneficioso era más del doble en la mitad de mayor edad de su grupo de voluntarios que en los más jóvenes.

Con todo, el aumento del tiempo que pasan las personas mayores frente a la pantalla no es en sí negativo. Desde los servicios religiosos a través de Zoom hasta las clases de yoga online y los clubes de lectura no presenciales, el poder de Internet para conectar personas resulta especialmente valioso entre quienes tienen dificultades para salir de casa. La profesora Bowden-Jones cree que, para las personas que se ven obligadas a quedarse en casa, ya sea porque se sienten incapaces de salir o porque ya no conducen, la posibilidad de seguir sus aficiones online “es sencillamente maravillosa”. Las aplicaciones de mensajería acercan a la familia. Los videojuegos ayudan a pasar el tiempo. Spotify y YouTube son máquinas de nostalgia que permiten rememorar la música y los vídeos de la infancia.

A diferencia de niños y adolescentes, que tienen, al menos en teoría, alguien que los controle, en el caso de los mayores no hay barreras para el uso de dispositivos

Las personas mayores aficionadas a las pantallas también tienen algunas ventajas sobre los adolescentes. En los jóvenes, los móviles pueden interponerse en sus relaciones de la vida real; en cambio, las personas mayores ya han establecido las principales conexiones sociales clave de su vida. “Tienen comportamientos bien formados, relaciones bien formadas, formas de comunicación bien formadas. Los teléfonos inteligentes a menudo pueden mejorarlos”, asegura Vahia.

Para quienes acaban excediéndose, es probable que las consecuencias sean menos graves que en el caso de un adolescente. A diferencia de las adicciones al alcohol o al juego, en las que se corre el riesgo de perder la salud o la casa, el principal peligro de la adicción a las pantallas sólo es perder horas de tiempo. Para un joven, eso podría significar suspender los exámenes o quedarse sin trabajo. Para alguien jubilado, el tiempo libre es abundante.

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Hay incluso pruebas recientes de que los dispositivos digitales pueden ayudar a las personas mayores a mantenerse en forma mentalmente. Ciertas investigaciones anteriores apuntaban a que el tiempo excesivo frente a la pantalla perjudica la concentración y la memoria, lo que conduce a lo que algunos han denominado “demencia digital”. Sin embargo, en abril, un metaanálisis de estudios realizados con más de 400.000 adultos mayores reveló que las personas mayores de 50 años que utilizaban regularmente dispositivos digitales tenían menores índices de deterioro cognitivo que las que no lo hacían. (Aunque la causalidad sigue siendo difícil de determinar: podría ocurrir que las personas mentalmente activas utilicen sus dispositivos con más frecuencia que aquellas que están perdiendo agilidad mental.)

El entusiasmo de las personas mayores por la tecnología digital no da señales de remitir. La próxima frontera puede ser la realidad virtual, que permite a las personas confinadas en casa disfrutar de excursiones inmersivas a cualquier lugar o época que deseen visitar. Vahia organizó recientemente para una paciente de 85 años con depresión y usando realidad virtual una visita guiada que comenzó en la casa de su infancia y la llevó a su escuela primaria. Eso reavivó recuerdos dormidos que la ayudaron a resolver conflictos con décadas de antigüedad. Para bien o para mal, el tiempo que pasan las personas mayores frente a la pantalla va a seguir aumentando.

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Traducción: Juan Gabriel López Guix

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