¿Qué estudios ofrecen hoy mejores perspectivas laborales y económicas? El último informe de la Fundación CYD sobre la empleabilidad de los jóvenes en España arroja luz en lo que respecta a las titulaciones universitarias.
A los cuatro años de terminar la carrera, el 76% de los universitarios está afiliado a la Seguridad Social, un 72,4% tiene un contrato indefinido y una base media de cotización salarial de 30.976 euros, lo que indica que sus retribuciones anuales rondan esa cifra. Pero hay diferencias muy notables según lo estudiado.
Medicina no solo proporciona los niveles más altos de empleabilidad (94% de los graduados está afiliado a la Seguridad Social cuatro años después) sino también la mayor base de cotización, con 41.839 euros de media. También es la carrera que presenta el porcentaje más alto de graduados que trabajan en la categoría profesional de titulados (99,8%), aunque solo un 2% tiene contrato indefinido, según el informe.
Otros estudios que garantizan una rápida inserción laboral y un salario superior a la media son los de Informática. A los cuatro años de graduarse, el 89,6% de los titulados trabaja, más del 90% tiene contrato indefinido a tiempo completo, y su base de cotización media es de 36.732 euros anuales. Ahora bien, en este ámbito, hay una notable diferencia por género: la afiliación a la Seguridad Social es del 100% en hombres frente al 84% en mujeres.
Los grados de Desarrollo de Software y de Aplicaciones, Ingeniería de Sonido e Imagen, Ingeniería de organización industrial e Ingeniería de telecomunicación, así como Enfermería, Farmacia e Ingeniería Eléctrica también figuran entre los de mayor empleabilidad (todos ellos por encima del 86%) y con retribuciones medias anuales que rondan o superan los 35.000 euros.
En otro extremo, las titulaciones que ofrecen menos oportunidades laborales según el informe de la Fundación CYD son Bellas Artes, Historia del Arte, Geografía y las relacionadas con lenguas extranjeras. “Artes y Humanidades es el ámbito con la menor tasa de afiliación media a la Seguridad Social (63,5%) y una base media de cotización más baja (21.185 euros)”, indica el estudio.
También revela que, a pesar de que seis de cada diez personas que se gradúan en las universidades españolas son mujeres, se mantiene la brecha de género cuando ingresan en el mercado laboral.
Brecha de género
Ellas tienen más contratos temporales y cobran menos
Aunque a los cuatro años de titularse no se observan diferencias significativas entre hombres (76%) y mujeres (75,7%) en cuanto a tasas de afiliación a la Seguridad Social, ellas presentan una mayor proporción de contratos temporales y a tiempo parcial. Mientras que el 78,7% de los universitarios varones disfruta de un contrato indefinido, la tasa es del 68,3% entre las mujeres.
Y también hay diferencias significativas en los sueldos que reciben, a juzgar por los datos sobre sus cotizaciones. Los hombres presentan, cuatro años después de finalizar sus estudios, una base media de cotización anual superior en 2.285 euros a la de sus colegas mujeres en todos los ámbitos de actividad analizados por el informe.
Y esa diferencia se agrava si se tiene en cuenta el tipo de centro en que estudiaron. “Entre los perfiles de 'mujer egresada en la universidad pública' y 'hombre egresado en la universidad privada' existe una diferencia en la base de cotización anual de 6.358 euros”, resumen los autores del informe.
Entre los perfiles 'mujer egresada en la universidad pública' y 'hombre egresado en la universidad privada' existe una diferencia de 6.358 €
Probablemente ello también tiene que ver con la sobrerrepresentación de las mujeres en ámbitos como la Educación (80,5% de titulados) y Salud y Servicios Sociales (72,6%), y su menor presencia en los estudios de Informática (13,3%) e Ingeniería, industria y construcción (30%).
”La brecha salarial viene dada por dos fenómenos; en primer lugar, es algo estructural en todos los ámbitos, incluso en los que la presencia de la mujer es ampliamente mayoritaria; y, en segundo lugar, ellas tienden a optar mucho más que ellos por ámbitos como Educación o Artes y Humanidades, con peores indicadores de inserción laboral”, explica Aïda Piñol, del gabinete técnico de la Fundación CYD.
Las mejores o peores condiciones laborales que encuentran los universitarios al graduarse también están relacionadas con dónde han estudiado.
Universidades públicas versus privadas
El informe muestra que, inicialmente, son los de las universidades privadas los que antes encuentran empleo: la tasa de afiliación a la Seguridad Social un año después de acabar los estudios es del 57,6% frente al 48,6% de los egresados en las universidades públicas.
Pero esa ventaja parece desaparecer con el tiempo y al cuarto año de titularse los titulados en las universidades públicas presentan una tasa superior de empleabilidad (76,1%) que los de las privadas (74,8%) y también un mayor porcentaje de contratos indefinidos (72,9% frente a 69,9%).
No obstante, los graduados en los centros privados parecen acceder a trabajos mejor retribuidos a juzgar por sus bases de cotización: a los cuatro años, cotizan por una media de 33.990 euros anuales, frente a los 30.429 euros de los graduados en las públicas. También se observa que hay un mayor porcentaje de estos últimos que trabajan en puestos de peor categoría: 40% pertenecen al grupo medio o bajo de cotización, frente al 30% de los titulados en universidades privadas.
Entre estos últimos también es más frecuente trabajar en régimen de autónomos: 12,1% frente al 6,4% entre los titulados en campus públicos.

