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Madrid, la comunidad que menos dinero público invierte en la universidad

Educación

La comunidad madrileña destina menos de 7.000 euros por alumno. Catalunya también está en el rango de poca inversión: 8.362 frente a los más de 11.000 de Cantabria 

 El gasto público universitario mejora, pero sigue por debajo de lo que dice la ley

La Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Complutense de Madrid

Isabel Infantes - Europa Press / Europa Press

Cantabria y La Rioja son las regiones que más dinero público destinan por alumno en la universidad pública, con cifras superiores a los 11.000 euros, mientras que Madrid se sitúa a la cola, muy alejada del resto de comunidades. Sus cifras no llegan a los 7.000 euros por universitario. Son datos del informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) 2025 que analiza la evolución del conjunto de las universidades a través de diferentes indicadores, como el de la financiación o el de la empleabilidad. En general, el gasto público universitario llegó en 2022 al 0,75 % del PIB. Y aunque ha mejorado el registro, aún sigue por debajo del 1 % fijado por la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). El estudio también avisa que la internacionalización de las universidades sigue siendo asignatura pendiente. En el otro lado de la balanza, la transferencia de conocimiento y la equidad son dos de los indicadores que evolucionan de manera favorable.

Teniendo en cuenta la riqueza de cada región, el gasto por alumno en el curso 2023-2024 fue de 11.680 euros en Cantabria, de 11.283 en La Rioja, de 10.075 en la Comunidad Valenciana, de 10.767 en País Vasco y de 10.588 euros en Navarra.

Madrid invierte menos de 7.000 euros por alumno, Cantabria 11.283

Por el rango más bajo se encuentran Madrid (6.975 euros), Extremadura (8.069), Catalunya (8.362), Murcia (8.460), Canarias (8.884) y Castilla-La Mancha (8.832 euros). Y entre las siete con menores valores figuran tres madrileñas (Rey Juan Carlos, Alcalá y Complutense), tres catalanas (Girona, Rovira i Virgili y Pompeu Fabra) y la sevillana Pablo de Olavide. Por otra parte, las tasas y precios públicos por alumno también son dispares y mientras en Galicia se situaron en 1.000 euros por estudiante, en Madrid supusieron más de 2.000 euros.

En grado, los precios más altos están en Navarra (19,29 euros por crédito en primera matrícula), Madrid (18,55 euros) y Cataluña (18,15 euros), mientras que los más bajos corresponden a Galicia (11,95 euros por crédito), Asturias, (12,34), Canarias (12,50 ) y Andalucía (12,62 ).

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Las cinco universidades públicas con mayor financiación por alumno son la Politécnica de Cartagena, la Universidad de Cantabria, la Universidad de La Rioja, la Politècnica de València y la Politècnica de Catalunya. Y entre las siete con menores valores figuran tres madrileñas (Rey Juan Carlos, Alcalá y Complutense), tres catalanas (Girona, Rovira i Virgili y Pompeu Fabra) y la sevillana Pablo de Olavide.

Inversión

Por debajo del 1 % del PIB que estipula la ley

La última entrega del informe estrena un nuevo marco analítico para medir la eficiencia y que hace un análisis del sistema universitario en los cursos 2020-21 y 2023-24. El estudio valora cómo las universidades gestionan el talento y se adaptan a los nuevos desafíos. Así, según el informe, el gasto público universitario sigue siendo inferior al 1 % del PIB. Y aunque los datos de 2023 evidencian un avance sostenido durante nueve años en la inversión de I+D con 22.379 millones de euros, lo que representa el 1,48 % del PIB, España sigue por debajo de la media en el contexto internacional. Aunque hay una ligera mejoría en el gasto público universitario, que ha pasado del 0,69 % en 2015 al 0,75 en 2022, la aportación pública está aún muy alejada del 1 % que estipula la LOSU.

Varios alumnos antes del primer examen de la primera jornada de la convocatoria extraordinaria de la PAU en la complutense

Fernando Sánchez - Europa Press / Europa Press

Por otro lado, la eficiencia global del sistema estaba en el curso 2023-24 en los 57,58 puntos sobre 100. Así, los indicadores CYD ponen de relieve una evolución en la eficiencia global con un crecimiento moderado. “Los Indicadores CYD aportan una concepción amplia e integradora de la eficiencia, entendida como la capacidad del sistema universitario para cumplir de manera equilibrada sus múltiples misiones: formar personas, generar conocimiento, transferirlo a la sociedad y contribuir al desarrollo económico, cultural y social. Con una estructura analítica nueva, permiten visualizar la universidad como un sistema interconectado, donde los cambios en un ámbito también repercuten en los demás”, señala Ángela Mediavilla, responsable del gabinete técnico de la Fundación CYD.

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Como aspectos positivos, mejoran la equidad y la gestión del talento gracias a la estabilidad de plantillas y al refuerzo en la equidad de género. Así, este aspecto se consolida gracias a un importante incremento del peso de las mujeres. En este sentido, la eficiencia en equidad se encuentra en 84,51 puntos sobre 100 y es el porcentaje de mujeres graduadas el que crece más (+31,40 %). Por otro lado, la falta de renovación de personal docente e investigador (PDI) estable supone una limitación de la autonomía universitaria en la gestión de personal sigue siendo una de las barreras más importantes que impiden el relevo generacional.

La internacionalización sigue siendo asignatura pendiente en las universidades españolas. Entre 2020-21 y 2023-24 el índice de internacionalización descendió un 9,57 %. También la movilidad de estudiantes sigue concentrada en estancias cortas.