Jugar con la luz es un ejercicio complicado. En la pantalla de un televisor juegan muchos factores y los fabricantes emplean diferentes tecnologías para ofrecer gamas completas a todos los segmentos de clientes. En lo más alto del catálogo de Samsung del 2025 está el Samsung Neo QLED QN990F, un televisor en resolución 8K, el modelo más completo de la gama de la firma coreana que, año tras año, sube varios peldaños de calidad. Mientras la compañía coreana apuesta por un segmento de usuarios minoritario que buscan unas prestaciones sublimes con el 8K por bandera, la gran mayoría del resto de grandes compañías ya lo han abandonado y se centran sólo en el 4K, con cuatro veces menos píxeles. Esto reabre un debate que siempre ha acompañado al 8K, una definición en la que Samsung representa la apuesta más firma.
Sobre el 8K, el comentario más común que se puede oír en la barra de un bar o en una tienda de venta de electrodomésticos es que nadie lo necesita porque no hay contenido en esa definición. Esto podría ser cierto si la tecnología de reproducción de imagen no hubiera avanzado en los últimos años hasta darle la vuelta a algunos conceptos. Mientras que en un panel 4K hay unos 8 millones de puntos de imagen o píxeles, en un 8K se encuentran unos 33 millones. ¿Qué pasa al reproducir un contenido 4K en una pantalla 8K? La lógica tradicional apunta a que el televisor tiene que ‘inventarse’ tres cuartas partes de lo que reproduce, porque sólo una cuarta parte es real. Pero esto no es exactamente así.
Brillos y negros se reproducen a la perfección en el televisor
El motivo que Samsung explica para justificar la producción de paneles 8K mientras que las otras marcas abandonan es que, aunque las viviendas mantienen sus tamaños, los usuarios quieren cada vez pantallas más grandes. El 8K resuelve el problema que surge con un 4K cuando está tan cerca del espectador que este puede distinguir los píxeles. Si volvemos a los puntos que no existen en el formato original, la solución desde hace unos años es escalar la imagen a la nueva resolución mediante inteligencia artificial. No se trata de cuadruplicar píxeles, sino de analizar la imagen completa para recrearla tal y como sería en 8K. Para eso hace falta mucha potencia. Con la explosión de la inteligencia artificial generativa todo el mundo es capaz de comprender mucho mejor este proceso.
El Neo QLED QN990F utiliza el chip NQ8 AI Gen3 Processor para cuidar las imágenes y ofrecerlas en la pantalla de la forma más óptima. El primer elemento destacable en este chip es que en la edición de este año utiliza 768 redes neuronales, un 50% más que en el modelo del año pasado, para analizar la imagen y reproducirla. Entre todas las tareas que este poderoso chip lleva a cabo con soltura está incluso transformar contenidos con un rango dinámico estándar en HDR. El resultado son imágenes impresionantemente nítidas y naturales.
Color y definición en el 8K de Samsung
El procesado 8K mejora realmente contenidos originales. Además de todas las tecnologías de procesado activo, Samsung ha incorporado este año a su modelo estrella una sorprendente pantalla antirreflejos. Hasta ahora, los televisores de calidad premium de Samsung. O de cualquier otra marca, no utilizaban pantallas de este tipo porque existía el riesgo de que con determinados ángulos de visión laterales se comprometiera el color y el brillo. Pero en el modelo estrella de Samsung no ocurre eso.
Lo que hace la capa antirreflejos tipo es capturar la luz exterior y dirigirla a través de infinidad de microconductos mediante una red conocida como de “antena de polilla” sin que vuelva a salir. Como si entrara en un agujero negro, la luz no consigue salir. El efecto es extraño, pero realmente funciona. Se come la luz externa y elimina los brillos. En una pantalla con esta definición, la mejora es más que perceptible. El resultado final es que los reflejos mueren y la calidad de imagen es mucho mejor, porque los conseguidos negros –cada día más cerca del OLED- de este modelo aparecen en toda su expresión, sin brillos que los enmascaren.
El diseño es minimalista, con marcos imperceptibles, y una peana metálica que parece hacer flotar la pantalla
Una de las grandes novedades del modelo estrella de Samsung este año es que su módulo centralizado One Connect, que permite conectar todas las fuentes audiovisuales ya sea cerca o lejos del televisor, es ahora inalámbrico y sólo necesita estar a una distancia de diez metros de la pantalla. Lo demás, es magia. Desaparece la mayoría de los cables, aunque el aparato sigue necesitando una conexión a la toma eléctrica, pero puede estar escondido en cualquier parte de la mayoría de salones.
En una primera impresión, del Samsung Neo QLED QN990F destaca su aspecto mate y un diseño muy estilizado, bautizado como Infinity Air, con una peana elegante que parece que hace flotar la pantalla. Año tras año, los ingenieros de Samsung consiguen estrechar cada vez más el panel, de forma que es más fino todavía que en la generación anterior, un logro de ingeniería notable con la tecnología de retroiluminación que utiliza. Los puntos de luz, los Quantum Mini Led Pro de esta pantalla tienen un tamaño 50 veces más pequeños que los de un televisor QLED normal. En conjunto, la pantalla combina la ambición por un diseño muy cuidado con la capacidad técnica de mejorar los resultados en la reproducción de imagen y sonido.
El poderoso chip NQ8 AI Gen3 de Samsung que permite muchas de las prestaciones del televisor
La inteligencia artificial está muy presente en el modelo estrella de Samsung. No sólo por el hecho de disponer de un acceso directo por voz a su asistente Bixby. Este televisor, en modo AI, es capaz de reconocer y analizar el entorno, el ruido, el contenido y los patrones de uso de cada usuario para adaptar la reproducción. Todo a voluntad. El brillo se optimiza según las condiciones de iluminación de la estancia y el contendo. Una de sus funciones para el confort visual sincroniza la reproducción de imagen con las horas de salida y puesta del sol, cuando los colores se tornan más cálidos y el brillo más bajos, y la intensidad ambiental.
Una de las pocas pegas que, año tras año, se achacan a los televisores de Samsung más punteros, como es este, es el hecho de que su sistema de alto rango dinámico sólo contempla el estándar HDR10+, desarrollado por la compañía coreana y otras, pero nunca se añade el sistema Dolby Vision, con el que son compatibles otros contenidos. Se puede entender la postura de la compañía coreana por el hecho de que el sistema de Dolby requiere del pago de royalties.
El sistema de sonido envolvente Dolby Atmos que reproduce el Neo QLED QN990F
En sonido, el QN990F adapta las diferentes frecuencias según el tipo de contenido que reproduce, como deportes, noticias, películas, videojuegos. Por ejemplo, en un noticiario, la voz prevalece por encima de otros sonidos. Como toda la gama alta de Samsung incorpora desde hace años, el sistema Q-Symphony es capaz de combinar todo el sistema de altavoces con sonido espacial del televisor a las barras de sonido de la marca. Con una barra Q990F, un sistema de sonido 11.1.4, puede recrearse una atmósfera como la del cine. Es conveniente avisar a los vecinos si se va a explotar todas sus posibilidades.
Otra de las funciones del modelo estrella de Samsung es el sonido de seguimiento de objetos en pantalla, OTS +, que mueve la intensidad del sonido en cada momento según se desplazan visualmente los objetos, lo que hace todavía más inmersiva la experiencia. En especial con películas modernas grabadas con sistemas como Dolby Atmos. Si le suma la barra de sonido, Q990F, agárrese al sofá. Así es cómo debería sonar siempre un televisor de esta clase.
El módulo de comunicaciones One Connect es inalámbrico y se puede ocultar hasta a 10 metros de la pantalla
Para los aficionados a los videojuegos, el QN990F es de los que mejor responde a sus expectativas. Tiene una tasa de refresco dinámica de hasta 240 Hz en resolución 4K, adaptada a la perfección con los fotogramas por segundo que envía la consola. El modelo de Samsung dispone de hasta cinco conectores HDMI 2.1, algo al alcance de muy pocos. Una vez más, la inteligencia artificial es capaz de detectar el juego para adaptar su reproducción en la pantalla. El menú de videojuegos permite adaptar numerosas variables y además cuenta con el portal Gaming Hub de la compañía coreana.
En el NeoQLED QN990F se reúne todo lo que se le puede pedir hoy a un televisor de la gama más premium, no hay casi –Dolby Vision- nada que no esté a disposición del usuario para proporcionar una experiencia audiovisual como pocas, ya sea en reproducción de imágenes o en sonido. La lista de opciones disponibles es casi inagotable. A todo ello hay que añadir que el servicio Samsung Plus va ganando cada año en calidad y contenidos y ya llega a 200 canales gratuitos. Samsung se ha quedado como el único fabricante que sigue produciendo modelos 8K y con este modelo lo borda. Tiene motivos para seguir este camino.


