Ernesto Martínez, tío de Elisabet Gil, una de las cuatro personas que todavía están desaparecidas tras la dana que asoló parte de la provincia de Valencia, pide que se centren los esfuerzos en encontrar a su sobrina y a los otros tres hombres “para descanso de las familias”. Elisabet, de 38 años, viajaba con su madre en el coche desde Cheste hacia su trabajo en un hotel cercano a la A-3, donde ambas eran empleadas como camareras de piso, cuando fueron sorprendidas por el agua tras el desbordamiento del Barranco del Poyo.
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