También los papas se van de vacaciones, “para retemplar el cuerpo y el espíritu”. León XIV llegó hoy a Castel Gandolfo, la localidad cercana a Roma, histórica residencia veraniega de los pontífices desde 1620, que lo esperaba con impaciencia. Comprendiendo los sentimientos de los vecinos del pueblo, el papa Prevost pidió bajarse del coche para recorrer a pie los últimos metros antes de entrar en los jardines. Luego saludó a la pequeña multitud desde el balcón de Villa Barberini. Permanecerá allí durante dos semanas, hasta el 20 de julio, y regresará en torno a mediados de agosto, retomando así una tradición secular que había sido interr umpida por Jorge Mario Bergoglio.
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