La nutricionista y experta en fertilidad Andrea Carucci lleva años tratando el climaterio en consulta. Ahora aúna toda esa experiencia en SOS Menopausia a la vista (Cúpula), una guía para abordar esta importante transición en las mujeres de un momento del que hasta hace poco no se hablaba y se estudiaba. Carucci señala la importancia de seguir una buena alimentación, eliminar los tóxicos y trabajar el músculo para tratar de vivir la nueva etapa con la plenitud que se merece.
La menopausia ha sido la gran desconocida. Ahora se reivindica.
Es cierto que antes se vivía en secreto, pero tampoco se sufría tanto. La sociedad nos ha llevado al ideal de la mujer de 30 años, que poco tiene de realidad. Vivimos torturadas por tener ese cuerpo más andrógeno que femenino. He entrevistado a muchas mujeres para el libro de generaciones anteriores y los síntomas que antes se consideraban, muchas no los tuvieron. La menopausia es una transición. No es un fallo de la naturaleza, no pasamos a ser hombres pequeñitos. Seguimos siendo cíclicas. Pero poco estudiadas. He llevado a muchas mujeres postmenopáusicas y no están inflamadas todo el mes, no están disconformes con su cuerpo todo el mes. No es todo igual todo el mes.
Está bien que se le ponga nombre y que muchas mujeres vean que lo que les pasa a ellas les pasa a muchas ¿No?
Sí. Investigué muchas culturas y es muy interesante la medicina china y la hindú, que no abordan la menopausia como un síndrome sino como desarreglos momentáneos. Cada uno de los síntomas tienen que ver con una patología específica de la mujer en esas circunstancias. Los sofocos no los abordan como un problema de la menopausia, por ejemplo. Es interesante y te hace comprender que una mujer por pasar una transición a la menopausia no va a tener sofocos. Los va a tener un tipo de mujer que tiene una condición. Puede ser un problema en la regulación de la temperatura o problemas circulatorios previos que se agravan con esta transición. Se escucha: el 75 % de las mujeres tienen sofocos. Pero es el 75 % de las mujeres que acuden a consulta porque tienen síntomas. Se estima que acuden a consulta entre el 10 y el 15 %. Al resto no se sabe qué le está pasando. No podemos considerar que todas las mujeres van a tener sofocos.

Los sofocos son uno de los síntomas temidos en la menopausia
Existe la creencia que a una mujer le llega la menopausia de manera similar a su madre. ¿Es un mito?
Sí. La menopausia no es una enfermedad, sino una transición y los síntomas se refieren más a una enfermedad… En Europa consideramos que en un 20 % la genética condiciona los síntomas de una enfermedad. En Estados Unidos están empezando a considerar el 7. Lo que sí condiciona es la epigenética: el condicionamiento de tu estilo de vida. Lo que haces, lo que comes y como tu microbiota lo metaboliza. Una de las grandes preguntas que me hice es por qué las generaciones anteriores no tuvieron síntomas. Hay varios factores que lo agravan: el estrés -porque queremos tener un día de 48 horas-, los plásticos y los disruptores endocrinos. Hoy nos ponemos 80 cremas y antes solo se usaba agua y jabón. Todos los champús, cremas, cosméticos… con derivado de los petróleos. Más los productos de limpieza. La ropa interior de plástico que usamos las mujeres porque es muy difícil encontrar un sujetador que por dentro no tenga la copa con un derivado de un plástico… Todo esto tapona los receptores celulares de las hormonas. Y no olvidemos que una hormona es un telegrama entre una glándula y el cerebro. Los estrógenos tienen un receptor en el cerebro que es como una llave que encaja perfecto. Pero el disruptor endocrino tiene otra forma que también encaja. Y lo que hace es transmitir información que no sabemos que está transmitiendo. En ratones ha habido estudios en que les han modificado el ADN. Esto es muy grave. Cuando llega la hormona natural que ha segregado otra parte de tu cuerpo, no puede entrar porque está tapada la cerradura y no puede cumplir su función real. Lamentablemente, las mujeres no conocen su ciclo hormonal. En el mes hay un pico de estrógenos superalto unos días antes de la ovulación. Y al no tener que ovular, tienes un nivel de estrógenos más bajo, pero que es adecuado para la etapa que vas a vivir. Eso no significa que seas defectuosa. Segregas un estrógeno dominante diferente. En la fertilidad tenemos un tipo de estrógenos (estradiol) que para simbolizarlo de una manera emocional, hace que la mujer esté predispuesta a cuidar. Y en la menopausia y posmenopausia el estrógeno que domina es la estrona, que tiene unas funciones similares y diferentes a la vez. A nivel emocional, con la estrona es el momento de cuidarte a tí misma.
La menopausia es una transición, no un fallo de la naturaleza
Recalca que la menopausia en sí es un día.
Sí. Es el día que se cumplen 12 meses sin menstruación. Ese día es menopausia y luego pasamos a postmenopausia. La perimenopausia son entre 8-10 años de la menopausia en los que empiezan los cambios hormonales.
¿Cómo se sabe que estás en ese periodo?
Empiezan los cambios aunque la analítica esté perfecta. La piel cambia, tu ciclo ya no es tan regular, el color de la menstruación también empieza a cambiar. Empiezas a notar unos síntomas mucho más frecuentes del síndrome premenstrual, empiezas a cambiar de peso. Aún sabemos poco porqué la mujer en postmenopausia no es observada. En los años 90 muchas científicas forenses investigaron porque cuando hacían autopsias a mujeres veían cambios neuronales más que hormonales. Es una metamorfosis. Los ovarios eran la principal fuente de estrógenos y progesterona y ahora, con una fábrica más pequeña, lo releva las suprarrenales, que son esas glándulas que están encima de los riñones.
En el libro comenta que las mujeres tienen muchas más conexiones neuronales que los hombres. ¿Esto hace todavía más compleja esta etapa?
(Risas) Esto a los hombres no les gusta mucho (risas). En esta transición pasamos un recableado. Empiezas a desarrollar otras partes de tu cerebro para otras utilidades. Los neurotransmisores dependen mucho del intestino que a la vez está pasando por una transición porque mucha de esa microbiota es estrogenodependiente de alguna manera y está cambiando. Esto produce una alteración en los neurotransmisores y muchas mujeres en ese momento pasan por una especie de neblina mental. Es como si tu casa la pones patas arriba, levantas todo el polvo y vuelves a acomodar todo. Hay un momento de caos.
¿Cómo hay que prepararse para todo este periodo?
Si tienes 30 años, aconsejaría hacerte una analítica para ver cómo están tus hormonas, para compararlo cuando estés en la perimenopausia. Porque no en todas las mujeres los niveles hormonales son iguales. Yo no lo hice, pero podemos advertir a las generaciones siguientes. También es importante el ejercicio físico, que es como una hucha para el hueso contra la osteoporosis. Comer lo más saludable posible va a ser condicionante en esta etapa porque los disruptores y tóxicos están en los conservantes y en esos aditivos de los alimentos. Estos disruptores también comportan problemas hormonales en mujeres más jóvenes. Todo eso que huele superrico, pero que suelen ser olores no naturales son disruptores endocrinos literalmente. Todo aquello que te pongas, tu piel lo absorbe y también va a influir en tus hormonas.
Comer lo más saludable posible va a ser condicionante en esta etapa porque los disruptores y tóxicos están en conservantes y en aditivos
¿Qué síntomas nos alertan que entramos en el climaterio?
La mujer retiene grasa por naturaleza porque la grasa es un almacén de dónde poder dar de mamar a un bebé. Lo normal es que una mujer en etapa fértil que tiene una condición hormonal normal retenga más en caderas. Cuando empiezas a ver que la grasa abdominal empieza a aumentar y no es tu condición normal, puede ser un síntoma. La piel y el cabello empiezan a cambiar. El pelo pierde su grosor. Somos un laboratorio andante. A diferencia de los hombres, tenemos una suerte enorme que es la menstruación. La menstruación te va a decir muchas cosas. Si antes era un rojo brillante, puedes empezar a presentar coágulos, un color y olor diferente, la temperatura corporal empieza a cambiar. Todos estos nos avisa que estamos empezando una metamorfosis. La menopausia es el momento en el cual tu organismo ve que no es viable mantener un embarazo. Y merma la fertilidad para prolongar la vida de esa mujer y pasa por la metamorfosis para desarrollar esa sabia de la experiencia de vida y poder transmitirlo a las generaciones siguientes. La mujer, igual que muchos mamíferos, siguen este patrón de transmitir la cultura.
¿El insomnio o el estado de ánimo afectado son indicativos de que la mujer entra en esta etapa?
Vivimos en cubículos de casas, casi no nos exponemos a la luz del sol. Y nuestras mitocondrias tienen que sentir la luz solar para saber cuando estamos en la mañana, cuando va bajando la luz solar para poder activar la melatonina, la hormona del sueño. Como esto no lo cumplimos, tenemos más tendencia a tener problemas de sueño. Así que antes de echarle la culpa a la menopausia, porque parece un saco donde lo ponemos todo, hay que preguntarse si tenemos problemas de sueño porque no he cumplido con todo lo que tenía que hacer como no mirar pantallas por la noche. ¿Estoy cumpliendo con los requerimientos alimenticios que necesito para tener esa hormona del sueño?

El magnesio es una fuente rica en vitamina D.
Reivindica la importancia de la vitamina D.
Es raro encontrar una mujer que tenga niveles de vitamina D adecuados por la vida que llevamos y esto afecta muchísimo a los signos que puedas tener de la menopausia. Antes que tomar un suplemento, la mejor vitamina D es la que produce tu cuerpo. Además de exponerse al sol es necesario tomar alimentos provitamina D. Sardinas, por ejemplo. O puedes secar al sol champiñones portobello durante un rato. Eso va ayudar a hacer tu propia vitamina D. Si no es suficiente, habría que plantearse suplementar.
¿Qué tienen qué comer y qué evitar las mujeres que están en esta etapa?
No hay dos menopausias iguales así que aunque sí hay una alimentación general. Comer alimentos lo más naturales posible. Alimentos que hubiera reconocido tu tatarabuela. No hay que usar cocciones agresivas como por ejemplo a alta temperatura o fritos o cocciones en microondas porque destruye estructuralmente al alimento. Hay que darle al cuerpo buena información a través de los alimentos, usar muchos colores. Debe ser una dieta antiinflamatoria.
También hay que moverse.
Al principio pensábamos que los estrógenos solo se segregaban en el aparato reproductor. Hoy sabemos que hay receptores hormonales en el cerebro como las aromatasas, que son unas enzimas que cogen los andrógenos y los convierten en estrógenos. Hoy sabemos que los músculos pueden ser no solo reservorios, sino que también pueden convertir otras hormonas en estrógenos. Fíjate lo importante que es la masa muscular.
Hoy sabemos que hay receptores hormonales en el cerebro como las aromatasas, que son unas enzimas que cogen los andrógenos y los convierten en estrógenos
Insiste en la importancia de reducir las toxinas.
Las hormonas no solo son usadas para transmitir información de una glándula a otra, también tienen que ser descartadas. Y nuestro hígado y nuestra microbiota son fundamentales para eliminarlas. Si tu hígado está saturado con toxinas, no va a poder eliminar esos estrógenos. Hay una parte de la microbiota, que se llama estroboloma, que es la que metaboliza los estrógenos y va a decidir si aquella sustancia que coge el hígado la metaboliza y la envía a la microbiota. Un estrógeno que ya está usado, una carta que ya escribiste, que la borras y la vuelves a escribir, no se entenderá bien el mensaje. He visto muchas veces en consulta a mujeres en perimenopausia con dominancia estrogénica y estrógenos superaltos. Y esto puede ser un problema de enfermedades hormondependientes en el futuro.
¿Qué tipo de enfermedades?
Problemas de mamas, cualquier proliferación celular rara… El exceso de estrógenos puede causar muchos problemas porque estamos en desequilibrio. También problemas emocionales.
Con el retraso de la maternidad cada vez más mujeres están en la perimenopausia criando a niños aún pequeños ¿Esto hace más complicado el proceso?
Un poco… Y ya ni te cuento si los hijos son adolescentes (risas). En nuestro cerebro hay un podado neuronal y también en el de los adolescentes. Hay que hablar con la familia. Comprender que si la madre en un momento tuvo un ataque de ira y le contestó mal, puede tener un momento de irritación y quizás necesita tomar un respiro. Es muy importante que también la pareja lo sepa, porque ellos también tienen cambios hormonales en su andropausia. Al igual que la madre ha sabido comprender a toda la familia, la familia puede comprender a la madre. Estamos hechos para vivir en sociedad.
Y aboga por vivir el periodo como una nueva etapa más que como un duelo.
Hay muchos estudios que muestran como la mujer después tiene una vida más plena, más estable. Ve la vida de otra manera. Porque se está desarrollando la mujer sabia dentro.