El suelo pélvico también es cosa de hombres

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Deportes, cirugías e infecciones incrementan las consultas masculinas a los especialistas

ALTO DE GAMONITEIRU (ASTURIAS), 02/09/2021.- Aficionados animan a los corredores en la subida a uno de los puertoss de la decimoctava etapa de la Vuelta disputada, este jueves, entre Salas (Asturias) y el Alto de Gamoniteiru (Asturias), con un total de 162,6 km de recorrido. EFE/Manuel Bruque

Los expertos recomiendan un sillín prostático y un análisis biomecánico de cuerpo y bici para practicar ciclismo intensamente 

Manuel Bruque/ EFE

Embarazos, partos, menopausia, cambios hormonales... Las mujeres son conscientes desde hace décadas de la importancia de la salud del suelo pélvico. Pero también los hombres tienen suelo pélvico y, al igual que ellas, pueden sufrir dolores y disfunciones que afectan a su salud urinaria y sexual. Sin embargo, “en torno al suelo pélvico masculino todavía existe un gran desconocimiento y muchos tabús”, afirma David Sánchez Rienda, uno de los pocos fisios especializados.

“En general, la gente o no sabe nada de ello o conoce tópicos, cosa todavía peor. Las mujeres desconocemos, pero los hombres ni tan solo se imaginan que ellos también tienen suelo pélvico”, afirma Mireia Grossmann, fisioterapeuta, fisiosexóloga y osteópata. “A los hombres nos cuesta explicar los problemas sexuales o de micción porque se viven entre el tabú y el orgullo masculino. Pero estas problemáticas son mucho más habituales de lo que se piensa y hay que romper el silencio”, explica Sánchez Rienda.

Los problemas en el perineo pueden producir disfunciones que afectan a la salud urinaria y sexual

Un silencio que cada vez es menos perceptible. Incrementan las visitas de hombres a las consultas de urólogos, andrólogos y fisios por problemas relacionados con el perineo. A la fisioterapia los hombres acuden principalmente por problemas derivados del cáncer de próstata o la hiperplasia (cada vez más jóvenes), apunta Sánchez Rienda.

También figuran las disfunciones de carácter sexual debidas a infecciones, el sedentarismo (conductores, oficinistas) y está incrementando significativamente la cifra de pacientes con dolor pélvico ocasionado por la práctica de deporte. “Sobre todo, ciclismo o equitación. Muchos jinetes se lo callan porque piensan que es normal [el fisioterapeuta ha realizado cursos de formación a jinetes profesionales en Argentina]; o ciclistas a quienes se les duerme el pene, sienten cosquilleo y tienen disfunción eréctil”, expone profesional.

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El dolor pélvico puede obedecer a diversos factores 

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El Col·legi de Fisioterapeutes de Catalunya ha organizado un ciclo de seminarios dirigidos a profesionales y al público en general, con el objetivo de abrir espacios de diálogo y formación, que se ha estrenado en Girona y proseguirán en Barcelona (24 de octubre), Manresa (25 de octubre), Tarragona (7 de noviembre) y Lleida (8 de noviembre). Un estudio de esta entidad revela que el 40% de los catalanes ha sufrido alguna patología relacionada con el suelo pélvico, con una significativa diferencia en función del sexo: la incidencia es el 46% en las mujeres entrevistadas y del 36% en los hombres.

Según el sondeo, las patologías más comunes son el dolor lumbopélvico (19% de los entrevistados) y la incontinencia urinaria (14%), que afecta más a las mujeres (21%) que a los hombres (6%). Aparecen a continuación problemas en las relaciones sexuales (8%) y los problemas de erección (5%, que asciende al 8% en hombres de 55 a 65 años).

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Entre los síntomas más frecuentes que describen los pacientes con dolor pélvico crónico se encuentran molestias o dolor en el periné y el ano, ardor en el perineo y ano, dolor en los testículos y el pene, dolor al eyacular, molestias al tener erección o molestias y dolor al orinar. Los fisioterapeutas disponen de un arsenal de tratamientos que, aseguran, son efectivos en la mayor parte de los casos. A partir de una valoración ecográfica, se procede a la terapia manual para estirar músculos y trabajar los nervios. “La electroterapia también nos está ayudando muchísimo y tenemos un montón de aparatología muy novedosa para mitigar estas disfunciones”, explica Sánchez Rienda.

El problema, además de la escasez de profesionales especializados, es el desconocimiento social y sanitario. “El paciente no sabe dónde ir cuando tiene un problema; los urólogos y andrólogos ahora nos están escuchando y la cosa [las derivaciones] empezará a funcionar”, dice un fisio. En este sentido, recientemente se celebró en Madrid el primer congreso internacional sobre suelo pélvico masculino, donde 300 médicos y fisioterapeutas expertos compartieron los últimos avances para tratar problemas asociados al suelo pélvico.

El 46% de las mujeres y el 36% en los hombres ha sufrido alguna patología relacionada con el suelo pélvico

El suelo pélvico de un hombre puede estar demasiado débil o demasiado tenso. El primer caso puede deberse a levantar sostenidamente objetos pesados, al estreñimiento, tos crónica, sobrepeso o envejecimiento. Por el contrario, un suelo pélvico tenso puede deberse al estrés o la ansiedad, a ejercitar en exceso los músculos de la zona, pasar demasiado tiempo sentado o ir en bicicleta, o también a un trauma o cirugía como una vasectomía. (Recomendación de Sánchez Rienda para los ciclistas: primero, un sillín prostático; segundo, un análisis biomecánico del cuerpo con la bici, controlando la altura del manillar, la rotación de los pies en las calas, etcétera).

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